Sexo de calidad es sinónimo de sexo gourmet. Se trata de disfrutar del placer con todos los sentidos (gusto, olfato, vista, tacto, oído y el sexto sentido: “la fantasía”), añadiendo un punto de creatividad y olvidándonos de llegar a una meta. Simplemente se trata de gozar de todo el proceso.
En muchas ocasiones creemos que para conseguir un buen sexo necesitamos tiempo y grandes dosis de imaginación. Pero a través de las diez claves expuestas a continuación desmitificaremos esta creencia pudiendo mejorar la calidad del sexo sin hacer un elevado esfuerzo ni invertir demasiado tiempo.
Actualmente, nuestro día a día acostumbra a ser muy ajetreado y con poco tiempo libre; llegamos a casa por la noche, agotados y con ganas de meternos en la cama y descansar. Si nos dejamos llevar por esta dinámica siempre acaba quedando el sexo en último lugar. Después de lavar los platos por la noche y relajarnos en el sofá, quedándonos medio dormidos, es fácil que en ese momento el deseo no aparezca y se llegue al momento de hacerlo “porque ya toca”. Lo que yo llamo “el síndrome del calendario”.
Por eso, es importante dar un espacio al sexo, priorizarlo ante otras obligaciones. Si nos paramos a pensar, en muchas ocasiones hacemos cosas que no nos acaban de apetecer, pero si mantenemos un ritmo y frecuencia y nos incentivamos, acaban gustándonos y hasta acabamos deseando que llegue el momento de volverlo a hacer. Por ejemplo, el deporte. Con la sexualidad ocurre exactamente lo mismo: si lo priorizamos y no lo dejamos “para después de las obligaciones”, disfrutaremos de ello ¡más y mejor!