Te proponemos algunas posturas con trucos refrescantes para que el nivel de sudor se mantenga sexy.
Con el ventilador en la cabecera, acuéstate boca abajo, hasta tu cadera. Que él levante tus piernas y se coloque en medio para penetrarte. A medida que él se mueve, levanta tus pies por encima de las rodillas para intensificar la sensación.
Coloca un ventilador frente a tus pies, a un metro de distancia, y luego inclínate hacia adelante, apoyándote con las manos y doblando un poco las rodillas, para que él entre por atrás, envolviendo tu cadera con sus manos.
Rocíen sus pelvis con agua fría antes de comenzar. Que él se extienda completamente sobre la cama y tú encima, sosteniéndote con las manos apoyadas hacia atrás y los pies a los lados de su cabeza. Mueve la cadera como si fueras un joystick.
En posición de misionero, con tus piernas separadas apenas para dejarlo entrar, pídele que acomode su pelvis unos cinco centímetros hacia arriba, sobre ti, y que luego se balancee adelante y atrás, apoyándose en los brazos, de tal forma que sus cuerpos mantienen distancia para que estén frescos.
Pon un ventilador en la cabecera de la cama y que quede frente a ustedes. Que él se acueste sobre su espalda y tú encima, con tus manos y rodillas a ambos lados de su torso. Una vez que esté dentro de ti, gira la cadera de lado a lado.
Si tienes tu propia piscina, acuéstate boca abajo en una camilla inflable, con el trasero y las piernas colgando sobre el borde. Tu chico, de pie, debe agarrarse a tus muslos y entrar por atrás. Pueden sincronizar sus movimientos para intensificar la penetración