Antes de llegar a los más hot de su encuentro, enciénde a tu pareja con algunos movimientos previos y lleguen juntos al climax.
Dale sexo oral, pero aclárale que no puede llegar al clímax antes que tú se lo permitas. Si notas que comienza a acercarse, retírate y empieza de nuevo. (Por cierto, esto también se siente increíble cuando él te lo hace, porque se logra un orgasmo más intenso).
Pídele que ate tus manos a la cama, pero luego mantén las piernas cerradas sin ceder… hasta que decidas dejarlo ganar.
Pídele que se siente en una silla y tú siéntate sobre él. Quítate la tanga y úsala para atarle las manos detrás del respaldo. Luego, hazle un baile, bésalo y acarícialo… el hecho de que no pueda tocarte lo excitará al máximo.
Proponle un juego: Deberás llamarlo «señor», «profesor» o «jefe»; si lo olvidas y le dices por su nombre, él gana el derecho a hacer todo lo que quiera contigo. También pueden invertir los papeles.
Consigue unas pinzas para pezones en alguna sex shop y utilícenlas en ambos durante el calentamiento.
Viste solo unas botas negras largas o una falda sexy y unas zapatillas; el color debe ser negro. Empújalo contra la pared (pero sé gentil) y luego dale un leve tirón en el pelo y susúrrale al oído: «¿Harás todo lo que yo diga esta noche?».
Ofrécele masturbarte para él, pero que sea él quien te vaya indicando cómo quiere que lo hagas.