¿Cuántos mitos hay alrededor? Te decimos lo que debes saber sobre este punto para maximizar el placer
¿Cuántas cosas hemos escuchado sobre el punto G? Así que sería bueno que en primer lugar supieras que no es un mito, sí existe, aunque no todas las mujeres lo tienen o lo tienen tan sensible.
Han existido diferentes (diríamos que muchísimas) teorías sobre qué es el punto G: Que se trataba de una próstata atrofiada, que en el desarrollo fetal se había quedado atrofiado, etcétera. Pero actualmente, es que se trata de una extensión del mismo clítoris. Es decir, se ramifica por dentro del cuerpo, abre como dos «bracitos» que rodean la uretra y se vuelven a unir para terminar en un bordecito que queda dentro de la pared frontal de la vagina.
Técnica para encontrar tu punto G
Nos gusta decir una y otra vez que el primer paso y más importante es lavarte las manos. Ahora demos paso a la exploración, casi todas lo alcanzamos muy bien:
* Introduce un dedo dentro de la vagina.
* Busca la pared frontal (el lado donde está el ombligo).
* Empieza a tocar y buscar hay algún punto en el que al ejercer presión o al frotar sientas diferente.
* No te asustes si a la hora de estimular sientes la sensación de tener ganas de orinar, son buenas noticias.
La parte más importante y famosa del punto G, es que cuando su estimulación produce un orgasmo viene acompañado de una eyaculación femenina. Puede resultar incómoda la idea de que hay una expulsión de líquido y mojarse, aunque tienes que comprender que es algo completamente normal y no tiene nada de malo.