Si eres de los que creen que los puntos erógenos masculinos se limitan a la zona genital, estás equivocado. Por el contrario, existen muchos más que pueden llevar al hombre a una excitación realmente intensa. En este artículo, te lo contamos.
Zonas erógenas
Las denominadas zonas erógenas o puntos erógenos son partes del cuerpo que, al ser estimuladas, provocan excitación sexual. Estas zonas suelen caracterizarse por comprender una gran cantidad de terminaciones nerviosas, por lo que son más sensibles.
Su estimulación mediante caricias, besos o masajes conforma los preliminares y aumenta la excitación para que pueda llegarse mejor al orgasmo, ya sea en una relación sexual o durante la masturbación.
Puntos erógenos masculinos
El pene
El pene es la zona erógena por excelencia en el hombre, donde se concentran multitud de terminaciones nerviosas. En concreto, la zona del frenillo es especialmente sensible y, tras ser estimulada, puede llevar a una excitación realmente intensa.
El escroto
Como el pene, el escroto forma también parte de los genitales masculinos. Se trata de la «bolsa de piel» que contiene los testículos, protegiéndolos.
Esta zona genital es también altamente sensible, por lo que su estimulación aumenta la excitación sexual. En especial, aunque toda la zona es erógena, resulta más estimulante el rafe, es decir, esa línea central que une ambas mitades del escroto.
El perineo
El perineo es la parte del cuerpo que va desde el escroto hasta el ano. Allí se concentran multitud de terminaciones nerviosas cuya estimulación llevan a una excitación muy placentera. Por ello, incluir preliminares donde se estimula el perineo es una gran idea para que el hombre pueda llegar a una excitación máxima.
Las nalgas y el ano
Siguiendo el recorrido desde el pene, encontramos que la zona de las nalgas y, en especial, la del ano son muy sensitivas. De este modo, su excitación puede aumentar la libido, de forma que estimular la zona es una idea estupenda para unos preliminares realmente excitantes.
Los muslos
Un masaje por la zona interna de los muslos es también realmente placentera para los varones, puesto que es una de sus zonas erógenas. Además, la excitación aumenta conforme se avanza hacia la zona genital, de forma que es ideal para juegos en los que el masaje va llegando lentamente hasta los genitales.
Boca y labios
Se trata de una de las zonas que más «juego» pueden dar. En efecto, besar con pasión, lamer, acariciar, morder… Es muy lógico que la boca, los labios y la lengua sean una de las zonas erógenas secundarias que más excitan, de las más sensuales y eróticas.
Así, para encender la libido, nada mejor que poner en juego estas partes del cuerpo para activar al máximo el deseo y la excitación.
Orejas
La oreja es uno de los puntos erógenos secundarios comunes a hombres y mujeres. Además, la zona más excitante es el cartílago, donde más terminaciones nerviosas encontramos. Por eso, besar la oreja de un hombre, rozarla con los labios, jugar con ella e, incluso, morderla, puede aumentar considerablemente su excitación.
Cuello y nuca
Se trata de zonas que, al ser masajeadas, llevan a la relajación y a una sensación de bienestar. Si, además, incluimos su estimulación en los preliminares del sexo, especialmente mediante un masaje erótico con manos o con la boca, entonces el resultado puede llegar a ser aún más excitante.
No cabe duda de que es una buena idea para relajarse y disfrutar de caricias y juegos realmente excitantes antes del coito.