El sexo anal podría ser doloroso si previamente no se ha distendido este músculo.Para conseguir que la práctica sea placentera para la pareja la penetración puede ir acompañada de la masturbación, que ayuda a que la musculatura anal se relaje y facilita y mejora la penetración anal.
Si duele, detente
Sentirás cosas nuevas, por supuesto, y muchas mujeres tendrán la sensación de pujar (para hacer popó). Como con cualquier otro acto sexual, si algo te empieza a dolor y deja de ser divertido, deberías detenerte. Heridas por el sexo anal son posibles, pero súper raras. El dolor viene comunemente de fisuras anales o heridas en el tejido alrededor del ano, que es muy delgado y delicado. Es por eso que se tiene que usar mucho lubricante y juguetes pequeños al principio.
Podrías sangrar un poco
Como siempre, si sangras mucho o si la sangre persiste, deberías llamar a tu doctor. Pero la sangre durante el sexo anal no es completamente anormal. Esto sucede por las lesiones anales; pequeñas fisuras en el delicado tejido del canal anal.
Y antes de que te estreses, debes saber que usualmente son muy pequeñas y a veces ni se sienten. Pero, como los copos de nieve, no todas las fisuras son iguales, y algunas sangran, y otras no. Se curan solas en unos días y pueden causar un poco de incomodidad, pero no más.
Habla y sé abierta en todo el proceso
Aunque normalmente estés callada en el proceso, este es un momento donde debes alzar la voz, especialmente si es tu primera vez. Dile a tu pareja si va muy rápido (o muy lento), o si te dan ganas de ir al baño, o si sientes incomodidad. También dile si se siente bien
Agrega otro tipo de estimulación
Mira, no por nada existen juguetes sexuales para estimular todo tipo de zonas erógenas. Una vez que pruebes el sexo anal, te recomiendo agregar estimulación vaginal o de clítoris… ¡o ambas!. Hay mujeres que dicen que la combinación es la mejor forma de disfrutar el sexo anal, y no sabrás de lo que te pierdes, hasta que lo intentes.
Usa condón (aunque sean monógamos)
Previene que las bacterias de los intestinos se vayan a otro lugar. También te recomiendo tener toallitas húmedas y NUNCA usar el mismo condón al pasar del ano a la vagina.
El lubricante correcto
Seguro has escuchado por aquí que usar mucho lubricante elimina la fricción y el placer para el hombre. Y no, no existe eso de «usar mucho lubricante», especialmente para las mujeres. Los lubricantes de aceite son difíciles de quitar, así que te recomiendo un lubricante grueso porque no se secan tan rápido.
La punta es lo que MÁS duele
Una vez que pase la punta, te prometo que se sentirá mejor. ¿Recuerdas cómo duele el sexo normal al principio? Eso es porque la cabeza del pene es la parte más grande.
Relaja tus músculos lo más posible
Relajar y contraer los músculos pubococcígeos (PC) es como la versión anal de hacer kegels. Relaja tu ano ¡y disfruta!
Vas a sentir que te estás haciendo del baño (pero no lo harás)
Las sensaciones serán complicadas, y lo más seguro es que no te hagas del baño. Si hay un poco de popó, no será mucha.
Ve al baño después del sexo anal
De por sí tendrás las ganas de ir al baño al terminar. También empezarás a sacar gas, pero no serán flatulencias.