En entornos urbanos, donde millones de personas llevan a cabo diversas facetas de sus vidas, la salud física y mental puede verse afectada por estímulos sensoriales.

La contaminación acústica, como el ruido del tráfico, constituye un ejemplo común que, según la OMS, debe mantenerse por debajo de los 53 decibelios para evitar daños.

En América Latina, países como Brasil, Argentina y Colombia enfrentan un empeoramiento de este problema, según el World Hearing Index. Para contrarrestar los efectos perjudiciales en la salud mental, la ONU propone construir áreas verdes, patios y parques.

A nivel mundial, se implementan acciones para reducir los daños provocados por la contaminación acústica. Además de evitar ruidos estridentes, se promueve la creación de espacios verdes, respaldada por la ONU, dada la conexión entre el ruido y la salud mental.

El ruido del tráfico, como el de motos y ambulancias, puede alterar las ondas cerebrales y causar dolores de cabeza, estrés e incomodidad. Sin embargo, la exposición a sonidos naturales, como el agua y la naturaleza, puede mejorar la creatividad, la memoria y la relajación física y mental, según expertos.

Los sonidos de la naturaleza benefician la actividad cerebral, estimulando áreas como el lóbulo frontal, lóbulo temporal y lóbulo parietal, mejorando concentración, pensamiento y capacidad de relajación.

Estudios demuestran que la exposición a estos sonidos promueve la comodidad, relajación y estados de ánimo positivos, reduciendo las emociones negativas.

La evaluación fisiológica muestra mejoras en la concentración de oxihemoglobina, variabilidad y frecuencia cardíaca, contribuyendo al control del estrés. Aunque los sonidos naturales no son una solución completa, pueden mitigar el estrés y mejorar el bienestar emocional y cognitivo.

Los sonidos rítmicos de la naturaleza, como el agua, el canto de las aves y el viento, ofrecen diversos beneficios para la salud mental, mejorando la concentración, la ejecución de tareas cognitivas y reduciendo el estrés.

La exposición a áreas verdes urbanas también se presenta como una solución para contrarrestar el estrés en entornos urbanos. Se destaca la importancia de la convivencia en espacios verdes y la interacción con estímulos terapéuticos para cuidar el bienestar en las ciudades.

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