Como si de una película de Hollywood se tratara, un cura de una parroquia del oeste de España fue separado temporalmente de sus funciones por la Iglesia tras ser acusado de tráfico de Viagra, uno de los estimulantes sexuales más populares del mercado.

El sacerdote, que ejercía en Don Benito, un municipio de 35 mil habitantes en la región de Extremadura, fue detenido el pasado lunes por supuesto tráfico de sustancias estupefacientes, según confirmó la diócesis de Plasencia, a la que pertenece la parroquia.

Después de su detención, el cura fue puesto en libertad provisional por el juez de instrucción, pero la diócesis decidió apartarlo temporalmente del ejercicio público y de su cargo de párroco, a la espera de esclarecer lo sucedido.

Según informes de medios españoles, el sacerdote presuntamente se dedicaba al tráfico de Viagra y otros productos afrodisíacos en colaboración con un hombre descrito como su amante, quien también fue detenido durante la operación policial y se encuentra actualmente en prisión preventiva.

Ambos hombres, que habían estado bajo vigilancia durante varios meses, supuestamente utilizaban un apartamento alquilado por el cura para almacenar los productos ilegales, lo que, según el diario El Español, ha causado «incredulidad» entre los fieles de la parroquia.

La diócesis de Plasencia ha expresado su consternación por el escándalo que estos hombres han causado, y ha asegurado que espera la pronta resolución de la situación.

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