La reciente imposición de aranceles del 25% a las importaciones mexicanas por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado preocupación y reacciones diversas entre el empresariado jalisciense. Este gravamen, que entró en vigor el 1 de febrero de 2025, afecta a sectores clave de la economía local, especialmente a las industrias automotriz, electrónica y agroalimentaria, pilares fundamentales del desarrollo económico de Jalisco.
El Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ) ha expresado su inquietud ante el posible impacto negativo en las exportaciones hacia el mercado estadounidense. Su Coordinador Antonio Lancaster Jones, en una declaración reciente, señaló: «Estos aranceles representan un desafío significativo para nuestras empresas exportadoras, que ahora enfrentan mayores costos y posibles pérdidas de competitividad en el mercado norteamericano».
Empresarios del sector agroalimentario, reconocidos por la exportación de productos como aguacates y berries, también han manifestado su preocupación. Un productor destacado comentó: «El incremento en los costos podría traducirse en una disminución de nuestras ventas en Estados Unidos, afectando directamente a los agricultores y a la economía rural de Jalisco». Por lo que en el sector aguacatero tratarán de llegar a nuevos mercados.
Ante este panorama, el Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha anunciado la implementación de medidas contingentes para mitigar los efectos de los aranceles y proteger la economía nacional. Estas acciones buscan salvaguardar los intereses de los sectores productivos y mantener la estabilidad económica del país.
Además, se ha informado que México está evaluando la posibilidad de imponer aranceles de represalia a productos estadounidenses, con el objetivo de contrarrestar el impacto de las medidas adoptadas por la administración Trump. Esta estrategia busca equilibrar la balanza comercial y proteger a las industrias nacionales de posibles afectaciones. Sin embargo, esta medida podría traer mayores consecuencias.
El sector empresarial jalisciense se encuentra en un estado de análisis y preparación, buscando estrategias para enfrentar los desafíos que estos aranceles representan. La diversificación de mercados y la búsqueda de nuevos socios comerciales se perfilan como alternativas viables para reducir la dependencia del mercado estadounidense y asegurar la continuidad de las operaciones comerciales.
En este contexto, la colaboración entre el sector público y privado será esencial para diseñar e implementar estrategias que permitan mitigar los efectos adversos de los aranceles y garantizar la competitividad de las empresas jaliscienses en el mercado global.