Chilpancingo.- El pasado 29 de septiembre, una adolescente quien responde al nombre de Angélica, con 15 años de edad fue detenida tras intentar escapar de su violador.
Los hechos ocurrieron en la comunidad Dos Ríos, en el municipio de Cochoapa El Grande en la Montaña de Guerrero, en donde una adolescente intentó escapar de su violador escondiéndose en la casa de su tía.
Policías la detuvieron junto con su tía de 70 años de edad y sus tres hermanas, una de ocho años y las otras de seis.
Las cinco fueron detenidas debido a que Angélica se había escapado de la casa del padre del hombre con el que la habían obligado a casarse. Comunitarios advirtieron que, si no regresaba 210 mil pesos (el doble de lo que pagaron por ella) no podría quedar en libertad.
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La menor se dio a la fuga de su vivienda porque el padre del hombre con el que la vendieron ya había intentado violarla en cuatro ocasiones.
Angélica vivía en esa casa debido a que el hombre con el que la obligaron a casarse, se fue a Estados Unidos a trabajar por la falta de empleo en la Montaña.
La adolescente junto con sus tres hermanas estuvieron 11 días retenidas, días anteriores, los comunitarios dejaron en libertad a su tía.
Dicho caso se dio a conocer cuando su madre quien responde al nombre de Concepción lo denunció el pasado 9 de octubre en un hospital ubicado en el municipio de Ometepec, en la Costa Chica.
La madre de la víctima llegó ese día a la comisaría con comida para sus tres hijas, discutió con los comunitarios, sin embargo, uno de ellos la golpeó.
Concepción estaba embarazada de trillizos, por lo que la agresión le provocó el aborto desangrándose en el pasillo de la comisaría.
Tras darse a conocer el caso de Concepción, funcionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la Secretaría de Asuntos Indígenas y Afromexicanos se trasladaron hasta la comunidad Dos Ríos para pedir la liberación de las cuatro menores.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos informó la noche del domingo que, Angélica y sus tres hermanas habían sido liberadas. Agregaron que, son resguardadas por las autoridades y lejos de su agresor.
Desafortunadamente, la venta de niñas en la Montaña es recurrente, y en muchos casos, tolerada por las autoridades locales.
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