En una larga sesión de discusión, la mayoría legislativa ha defendido la necesidad de mantener a los militares al frente de la Guardia Nacional como medida para evitar la corrupción que ha afectado a anteriores fuerzas de seguridad en México.

Por otro lado, la oposición ha expresado su preocupación por lo que considera un avance hacia la militarización del país.

Desde la tribuna, representantes del partido Morena han asegurado que las decisiones relacionadas con el mando de la Guardia Nacional seguirán siendo tomadas por el gabinete de seguridad, donde el mando es civil.

De acuerdo con Dolores Padierna Luna, esto permitirá abandonar el limbo jurídico en el que se encontraba la actuación de las fuerzas armadas.

Uno de los puntos clave de la discusión es la posibilidad de que la Cámara de Diputados apruebe una ley de seguridad interior que regule la participación de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública.

La iniciativa se intentó implementar con Peña Nieto

Esta iniciativa se había intentado implementar durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero no logró concretarse.

La reforma tiene como objetivo no solo establecer la participación permanente y definida de las fuerzas armadas en labores de seguridad, sino también aumentar el marco legal y constitucional que respalda a la Guardia Nacional.

Según Ricardo Mejía Berdeja, ex subsecretario en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), esta medida busca asegurar la consolidación de la Guardia Nacional bajo la jurisdicción de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Por su parte, Lorena Piñón del PRI ha advertido que al limitar las atribuciones de la SSPC en la formulación de estrategias de seguridad, se corre el riesgo de dejar a dicha dependencia en una posición pasiva ante el control militar de la seguridad.

Esta dualidad de opiniones ha marcado el inicio de la discusión en lo general del dictamen, que ha rechazado mociones suspensivas presentadas por PRI, PAN y MC.

La discusión sobre la reforma constitucional que podría devolver al Ejército el mando operativo de la Guardia Nacional continuará en la Cámara de Diputados, donde se espera que las posturas a favor y en contra sigan enfrentándose en un tema fundamental para la seguridad y la democracia en México.

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