Brenda Quevedo Cruz, señalada por la supuesta comisión de los delitos de delincuencia organizada y secuestro en el caso de Hugo Alberto Wallace Miranda, recuperó su libertad después de 15 años en prisión preventiva. El Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales concedió arraigo domiciliario, permitiéndole continuar su proceso en libertad. La decisión fue informada por el Instituto Federal de Defensoría Pública del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) el pasado lunes. El juez determinó que la prolongada prisión preventiva sin sentencia definitiva ya no se justificaba.

Bajo las nuevas condiciones, Brenda Quevedo Cruz permanecerá en su domicilio con vigilancia de la Policía Federal Ministerial, un localizador electrónico y restricciones de movilidad. Está prohibida su salida de la zona conurbada de la Ciudad de México y del país sin autorización judicial. Además, tiene prohibido acercarse o comunicarse con Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la Asociación Alto al Secuestro y madre de la víctima.

Contexto y antecedentes del caso de Brenda Quevedo

La medida adoptada sigue la resolución del Primer Tribunal Colegiado de Apelación del Primer Circuito, que concluyó que los motivos originales para la prisión preventiva han variado significativamente con el tiempo. Brenda Quevedo Cruz fue arrestada en Estados Unidos en 2007 y posteriormente extraditada a México en 2009 por los delitos de delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro. Durante su detención, se reportaron actos de tortura sexual, situación recientemente acreditada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

En este momento, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está evaluando su caso, mientras aguarda su liberación en las próximas horas para continuar su proceso judicial fuera del Centro Federal de Readaptación Social Femenil en Coatlán del Río, Morelos. El cambio de medida cautelar ha generado controversia y debate público, reflejando opiniones divididas sobre la justicia y la equidad en el sistema judicial mexicano. La libertad condicional de Brenda Quevedo Cruz marca un nuevo capítulo en este complejo caso que sigue captando atención nacional e internacional.

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