En una sorpresiva movida de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, todos los mandos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Atlacholoaya han sido cesados luego de un violento motín que dejó tres reclusos heridos.

La confrontación entre los internos y el personal de custodia tuvo lugar en el dormitorio B de la prisión, donde los reclusos resultaron heridos y tuvieron que ser atendidos por el personal médico de la institución. Ante esta situación, el gobierno del estado no dudó en tomar medidas drásticas.

Según las autoridades estatales, la decisión de destituir a todos los funcionarios penitenciarios de mando se basa en los constantes señalamientos de corrupción y abuso contra la población penitenciaria.

El gobierno aseguró que esta acción responde al interés superior de salvaguardar los derechos humanos y la seguridad de aquellos que buscan su reinserción en la sociedad.

El motín que desencadenó estos cambios en la estructura de los mandos del Cereso de Atlacholoaya también llevó a la solicitud de destitución del director operativo, Jesús Francisco Flores Jiménez, por parte de algunos internos.

En respuesta, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ordenó el cese de todos los funcionarios de la administración pasada, incluyendo a Flores Jiménez.

De esta manera, el gobierno del estado busca cumplir con la normatividad vigente y garantizar el respeto hacia la población penitenciaria.

Los cambios implementados tras el motín en el Cereso de Atlacholoaya buscan restaurar el orden y la seguridad en la institución, así como promover la reinserción de los reclusos en la sociedad.

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