La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) determinó condiciones para autorizar la compra de 13 plantas eléctricas a Iberdrola por parte del Gobierno de México, una operación valuada en 6.000 millones de dólares.
Estos compromisos incluyen la obligación de que las plantas operen de manera independiente en el mercado, evitando intercambios de información sensible entre competidores. La aceptación expresa e incondicional de estas condiciones será crucial para obtener la aprobación de la Cofece, y cualquier incumplimiento posterior será sancionado.
Requisito para la operación de las plantas Iberdrola en México
La Cofece estableció la necesidad de designar a un administrador profesional independiente que tome decisiones relativas a la operación de las plantas de generación eléctrica en el mercado. Este administrador deberá actuar con independencia y sin conflictos de interés. La medida busca garantizar la imparcialidad en la gestión de estas instalaciones y prevenir posibles prácticas anticompetitivas.
Otro de los compromisos impuestos por la Cofece es que el Fondo Nacional de Infraestructura, entidad que contribuirá al financiamiento de la compra, no deberá poseer más del 51% de la inversión. Esta limitación busca mantener un equilibrio en la participación de los diversos actores involucrados en la operación y evitar concentraciones de poder.
Detalles del esquema de financiación y operación
La compra de estas plantas eléctricas involucra un complejo esquema de financiación, donde participan el Fondo Nacional de Infraestructura, la banca comercial y Mexico Infrastructure Partners (MIP), empresa privada que administrará los activos. A pesar de la participación del Gobierno, la CFE no será la dueña directa de las plantas, ya que los activos estarán en manos de MIP. La CFE obtendrá una contraprestación, pero no ingresos directos por la operación.
Aunque la operación no constituye una verdadera nacionalización, el Gobierno de López Obrador la ha presentado como un paso hacia la consolidación del Estado como un actor relevante en el sector energético. Asimismo, la compra de estas plantas de Iberdrola es coherente con la estrategia del presidente de fortalecer las paraestatales energéticas, Pemex y la CFE.
Impacto en Iberdrola: descarbonización y nuevas inversiones
La operación beneficia a Iberdrola al permitirle descarbonizar su portafolio en México y obtener una inyección de capital significativa. La compañía española ya ha anunciado que invertirá los 6.000 millones de dólares provenientes de la transacción en proyectos renovables en México. Esta decisión también alivia a Iberdrola de activos que se aproximan al final de su vida útil, demandando mayores inversiones en mantenimientos preventivos y correctivos.
El fallo de la Cofece llega en un momento crítico, ya que el organismo autónomo y otros reguladores enfrentan la amenaza de extinción debido a la iniciativa del presidente López Obrador para eliminar siete órganos autónomos y reguladores.
Finalmente, cabe destacar que especialistas, como Gonzalo Monroy, enfatizan que a pesar de la narrativa de nacionalización, la compra no se traduce en una propiedad directa de las plantas por parte de la CFE. MIP, una empresa privada, será la propietaria, y los ingresos de la operación no beneficiarán directamente a la CFE.
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