La Comisión Nacional del Agua (Conagua) emitió una alerta que ha puesto en vilo a las autoridades y habitantes de la península de Yucatán. Según el último informe de la institución, existe una probabilidad del 80% de que se forme un nuevo ciclón al este de las costas de Quintana Roo en los próximos dos a siete días. Esta noticia llega en un momento en que la región aún se recupera de los efectos de fenómenos meteorológicos recientes, subrayando la importancia de la vigilancia constante y la preparación ante los desafíos que presenta la temporada de huracanes en el Atlántico.
Conagua y SMN monitorean zona de baja presión con 80% de probabilidad ciclónica
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de Conagua, proporcionó detalles cruciales sobre la zona de baja presión que está bajo estrecha vigilancia. Este sistema se encuentra aproximadamente a 5,725 kilómetros al este de las costas de Quintana Roo y se desplaza hacia el oeste a una velocidad entre 24 y 32 km/h. La ubicación y el movimiento del sistema son factores clave que los meteorólogos están monitoreando de cerca para predecir su posible evolución y trayectoria.
La alta probabilidad de formación ciclónica (80%) en un plazo relativamente corto ha puesto en alerta a las autoridades de protección civil y a los gobiernos locales de la región. Este nivel de probabilidad sugiere que las condiciones atmosféricas y oceánicas son altamente favorables para el desarrollo de un sistema tropical organizado, que podría variar desde una depresión tropical hasta un huracán, dependiendo de diversos factores meteorológicos.
Múltiples sistemas en vigilancia: el Caribe y el Atlántico bajo la lupa
Además del sistema principal que preocupa a las autoridades, el SMN mantiene bajo observación otras dos zonas de baja presión con potencial ciclónico. Una de ellas se ubica en el oeste del Mar Caribe, aproximadamente a 575 km al sureste de Chetumal, Quintana Roo. Aunque la probabilidad de desarrollo ciclónico para este sistema es menor, con un 30% en los próximos dos a siete días, su proximidad a la costa mexicana lo convierte en un foco de atención importante para las autoridades locales y los meteorólogos.
Por otro lado, en el Océano Atlántico, se monitorea otra zona de baja presión que también presenta un 30% de probabilidad de desarrollo ciclónico en la próxima semana.
Impacto de la tormenta tropical Alberto
La alerta sobre estos nuevos sistemas se produce en el contexto del reciente paso de la tormenta tropical Alberto por México, el primer fenómeno de la temporada de huracanes del Atlántico. Alberto dejó un saldo trágico de al menos cuatro víctimas mortales en Nuevo León, incluyendo un adulto y tres menores de edad, recordando el potencial destructivo de estos fenómenos naturales.
Sin embargo, el paso de Alberto también trajo consigo un beneficio inesperado para Nuevo León, una región que ha enfrentado severas sequías en los últimos años. El gobernador Samuel García informó que las principales presas del estado han alcanzado niveles de almacenamiento no vistos en años. La presa La Boca se encuentra al 98.36% de su capacidad, Cerro Prieto al 65.56%, y El Cuchillo al 86.35%.
Preparación ante una temporada de huracanes intensa
La formación potencial de un nuevo ciclón frente a las costas de Quintana Roo se enmarca en las predicciones de una temporada de huracanes por encima del promedio en el Atlántico. Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, este año podría ver la formación de hasta 13 huracanes, de los cuales hasta siete podrían alcanzar categorías mayores.
Ante estas previsiones, las autoridades mexicanas están redoblando sus esfuerzos de preparación y prevención. Esto incluye la revisión y actualización de planes de evacuación, el fortalecimiento de la infraestructura crítica, y la intensificación de las campañas de concientización pública sobre los riesgos asociados a los huracanes y las medidas de seguridad a adoptar.
La experiencia reciente con Alberto ha puesto de manifiesto la importancia de contar con sistemas de alerta temprana eficaces y una coordinación estrecha entre los diferentes niveles de gobierno y las agencias de protección civil.
Mientras las autoridades y la población se mantienen en alerta, este evento sirve como un recordatorio de la vulnerabilidad de las regiones costeras ante los impactos del cambio climático y la necesidad de fortalecer la resiliencia comunitaria frente a estos desafíos. La temporada de huracanes 2024 promete ser un período de intensa actividad que pondrá a prueba la capacidad de respuesta y adaptación de México y otros países de la región caribeña y atlántica.
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