En medio de un proceso judicial que ha mantenido en vilo a la opinión pública tanto en México como en Estados Unidos, la defensa de Genaro García Luna, exsecretario mexicano de Seguridad, sorprendió al presentar una propuesta de condena de 20 años de cárcel para su cliente.

Esta propuesta contrasta con la petición de la fiscalía del distrito Este de Nueva York, que aboga por una condena a cadena perpetua y una multa mínima de cinco millones de dólares.

La defensa de García Luna argumentó que su cliente ha sufrido en carne propia el peso de estar tras las rejas durante cerca de cinco años, los cuales describieron como una «eternidad» para él.

Desde que fue detenido, su reputación, activos y hasta la independencia del Poder Judicial mexicano, institución que defendió, se han visto afectados. La exposición mediática y los constantes ataques han sido una carga tanto para él como para su familia, quienes han enfrentado además tragedias personales como la pérdida de seres queridos y problemas de salud.

El exfuncionario mexicano, quien fue declarado culpable en febrero pasado de cargos relacionados con el narcotráfico, la delincuencia organizada y el falso testimonio, se enfrenta ahora a la posibilidad de una condena que oscila entre los 20 años de cárcel y la prisión a perpetuidad.

La fiscalía sostiene que una sentencia ejemplar es necesaria para enviar un mensaje claro sobre las consecuencias de aceptar la corrupción de los cárteles y para proteger a las comunidades de los estragos causados por el tráfico de drogas.

Destacaron que, mientras ocupaba su cargo, García Luna aceptó millones de dólares en sobornos de parte del Cártel de Sinaloa, misma organización que había jurado combatir y que resultó ser la responsable de la muerte de miles de ciudadanos norteamericanos y mexicanos.

Aproximadamente 62 mil estadounidenses murieron debido a las sobredosis de droga que incursionaron en el país. Aunque aclararon que Luna no manejó directamente la organización ni la distribución de las drogas, si es un atenuante el haber colaborado con ellos, pues mientras aseguraba tener las «manos limpias» servía a los intereses del cártel sin mostrar un remordimiento por las acciones ilícitas que estaba llevando a cabo.

Por su parte, la defensa de García Luna ha presentado un archivo de condecoraciones recibidas por sus esfuerzos antinarcóticos, otorgadas por gobiernos como los de Ecuador y Colombia. Un gesto que busca resaltar la trayectoria y el compromiso del exsecretario en la lucha contra el narcotráfico, a pesar de las acusaciones en su contra.

La incertidumbre sobre la sentencia de García Luna se mantendrá hasta el próximo 9 de octubre, cuando el juez Brian Cogan dará a conocer la penalización que enfrentará el exfuncionario mexicano.

Mientras tanto, la defensa continúa su labor de argumentar a favor de una condena menor, basándose en las circunstancias personales y los antecedentes de su cliente.

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