La reina Isabel II junto a su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, llegaron a México en 1975, dicha visita se convirtió en la primera y única ocasión que se quedaron en el país.
“Los mexicanos son alegres. Me di cuenta por la forma festiva en que actuaban en las vallas, por la música y por el bullicio”, añadió la reina.
Durante su estadía, el Zócalo capitalino inundó las calles con imágenes de Charles Chaplin y Cantinflas, e incluso, afirman que bailaron «La cucaracha».
“Nos llevamos recuerdos inolvidables de las bellezas de su país y del encanto y amabilidad de su pueblo»
“Yo sé que el calor de la bienvenida que nos brindaron refleja la amistad y la comprensión que existe entre México y Gran Bretaña; confío que estos se hayan profundizado por nuestra visita y que en el futuro florezcan para nuestro mutuo beneficio”, resultaron sus últimas palabras sobre el pueblo mexicano.
Finalmente, la relación de México con la reina Isabel II siempre fue de respeto.
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