El exintegrante de la Policía Ministerial y supuesto colaborador del Cártel de Sinaloa, Dimas Díaz Ramos, más conocido por los alias de «El Delta» o «El Dimas«, fue encontrado sin vida en el municipio de Culiacán, envuelto en una lona y con claros signos de tortura, en las cercanías del panteón de El Carrizalejo.
De acuerdo con los reportes, Díaz Ramos, de 51 años, fue identificado tras el hallazgo de su cuerpo a un costado del camino que conduce a la sindicatura de Sanalona. Su trágica muerte reaviva las acusaciones y controversias que lo siguieron después de ser señalado como cerebro de un complot para atentar contra el expresidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.
Atentado contra Felipe Calderón
Debido a ello, en 2009, «El Dimas» fue detenido junto a otros cuatro individuos en Culiacán por presuntamente planificar un atentado contra Calderón, siendo presentado por el gobierno federal como el autor intelectual de dicho plan.
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP), liderada por Ramón Eduardo Pequeño, lo catalogó como un «operador financiero» del Cártel de Sinaloa, conectado a la facción de Ismael «El Mayo» Zambada.
Se le atribuía la responsabilidad de coordinar parte del tráfico de drogas para la organización, utilizando neumáticos y cargamentos de legumbres como cobertura, a través de rutas que abarcaban varios estados del país.
En ese momento, Calderón restó importancia a las amenazas en su contra, afirmando en una conferencia de prensa en Guadalajara: “Lo que básicamente buscan los criminales es que la autoridad se detenga porque los estamos haciendo retroceder. En esa lucha ni nos intimidarán ni nos detendrán”.
El ataque fue una represalia
La Secretaría de Seguridad Pública informó que el ataque habría sido una represalia debido a varios operativos federales que afectaron al Cártel de Sinaloa, incluyendo la incautación de casi 30 millones de dólares en septiembre de 2008.
Tras su detención, «El Dimas» fue encarcelado en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 (Altiplano) en Almoloya de Juárez, Estado de México, junto a otros acusados de delincuencia organizada y delitos contra la salud. La fecha de su liberación se desconoce.
Sin embargo, su paso por la cárcel no lo alejó de la sombra del narcotráfico, ya que se le vinculaba con el trasiego de drogas hacia la frontera norte del país, especialmente en Baja California y Sonora, según informes de la Secretaría de Seguridad Pública Federal en 2015.
Díaz Ramos se incorporó a la Policía Ministerial del Estado en 1995, donde trabajó durante seis años en la unidad de robo de autos. Sin embargo, su carrera se vio afectada por una investigación iniciada en 1999 bajo el expediente Guas/21/1999, que lo acusaba de abuso de autoridad mientras desempeñaba funciones en Guasave. En 2001, Díaz Ramos dejó la policía y se mantuvo fuera del foco público hasta su detención en 2009, cuando fue vinculado al Cártel de Sinaloa.