Estado de México.- Irma Felipe, una mujer de origen indígena, estuvo en prisión por el delito de homicidio en agravio de su propio hijo, a quien perdió tras ser golpeada por su entonces esposo.

El martes, tras 18 años presa, la mujer salió de la Penitenciaría Femenil de Nezahualcóyotl, tras ser beneficiada por el proceso de amnistía. Tras ello, Irma Felipe se reencontró con su madre, hermanas e hijos, quienes junto con organizaciones y la Comisión de Derechos Humanos, lucharon por su libertad.

La mujer de ahora 40 años, declaró que el tiempo que estuvo en prisión fue solo pausa en su vida, por lo que ahora luchará por sus sueños; entre ellos, se encuentra continuar con sus estudios.

Además, agregó que los años que estuvo en prisión fueron aprendizaje para ella, por lo que se quedará con lo bueno de ese experiencia.

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«Pues así de aprendizaje. Dicen que los seres humanos somos resilientes, pues hay que llevarnos lo bueno; de lo malo sacar lo bueno y hay muchas personas buenas trabajando desde este sistema y que me han dejado mucho», declaró.

Agresión a Irma

Fue en el 2005, que su entonces esposo, la golpeó brutalmente, provocando que perdiera a su bebé. Tras ello, las autoridades la detuvieron por el delito de homicidio.

Su caso no fue procesado con perspectiva de género o de derechos humanos; por ello, un juez con sede en Ixtlahuaca, la condenó a 43 años en prisión.

Mientras que la titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Myrna García Moró, explicó que tomaron el caso debido a la injusticia que se cometió en su contra; y tras un largo proceso lograron su libertad.

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