La tinta indeleble, un invento del Instituto Politécnico Nacional (IPN), contribuye desde hace 30 años a garantizar la confiabilidad en los procesos electorales, asegurando la transparencia y evitando posibles fraudes. Esta tinta, que genera una reacción química al contacto con la piel y no desaparece hasta después de al menos 24 horas, se ha convertido en un símbolo de compromiso cívico en México.

Origen e importancia de la tinta indeleble

Antes de la aparición de la tinta indeleble, era común que las personas votaran varias veces en diferentes casillas, lo que propiciaba la manipulación y el fraude electoral. Sin embargo, tras el histórico fraude electoral de 1988, que llevó a la presidencia a Carlos Salinas de Gortari, se creó el Instituto Federal Electoral (IFE), actualmente conocido como Instituto Nacional Electoral (INE).

Para evitar la duplicidad de votos, el INE convocó a un concurso en el que se buscaba encontrar la tinta más eficiente y resistente. El ganador fue Filiberto Vázquez Dávila, investigador del IPN, quien desarrolló un pigmentador en lugar de una tinta indeleble tradicional. El pigmentador, cuya fórmula es un secreto industrial, reacciona químicamente al contacto con la piel y la tiñe de un tono marrón que no desaparece hasta después de al menos 24 horas. Este proceso impide que una persona pueda acudir a votar nuevamente, asegurando la integridad del proceso electoral.

Producción y distribución 

El artículo 279 de la Ley General de Procedimientos Electorales establece que se debe impregnar con líquido indeleble el dedo pulgar derecho del elector. Como parte de esta labor, el IPN produce el líquido indeleble en una pequeña planta ubicada en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. La producción de la tinta indeleble se realiza de manera manual, en donde se mezclan los ingredientes adecuados. Posteriormente, los envases se llenan mediante una máquina y se cierran con una tapa y un dispensador. Cada día se producen hasta 10 mil envases de tinta indeleble en esta planta, lo cual garantiza la disponibilidad necesaria para cada elección en México.

El próximo proceso electoral federal en México se llevará a cabo en 2024, y la producción de tinta indeleble comenzará en febrero de ese año. Se estima que se necesitarán alrededor de 350 mil piezas de tinta para cubrir las aproximadamente 175 mil casillas que serán instaladas en todo el país. El IPN, comprometido con la democracia, se asegurará de que cada pieza de tinta cumpla con los estándares de calidad y seguridad establecidos.

Impacto y reconocimiento de la tinta indeleble

La tinta indeleble del IPN es un ejemplo tangible de cómo la ciencia y la tecnología pueden ponerse al servicio de la patria, garantizando la máxima seguridad en las elecciones y fortaleciendo la confianza de los ciudadanos en el proceso democrático. La tinta indeleble ha sido reconocida internacionalmente como una herramienta efectiva para prevenir el fraude electoral y ha sido utilizada en otros países como Colombia, Ecuador, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

Te puede interesar: Haití: un país en crisis por la violencia y el crimen ONU reporta casi 5 mil muertos en 2023.