Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), comparecerá hoy ante un juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal en el Reclusorio Norte, para conocer si se decide por pagar o no los 30 millones de dólares que el Gobierno Federal exige como reparación de daños de los casos de Agronitrogenados y Odebrecht.

Lozoya está acusado de haber recibido sobornos por parte de la empresa brasileña Odebrecht y de haber autorizado la compra irregular de una planta de fertilizantes a Altos Hornos de México (AHMSA), conocida como Agronitrogenados, que causó un daño patrimonial a Pemex por más de 200 millones de dólares.

En julio del año pasado, Lozoya se acogió al criterio de oportunidad, que le permite obtener beneficios procesales a cambio de colaborar con la investigación y proporcionar información relevante sobre los hechos. Sin embargo, hasta el momento no ha cumplido con las condiciones que le impuso la Fiscalía General de la República (FGR), entre las que se encuentra el pago de los 30 millones de dólares como reparación del daño.

Si el exfuncionario federal no acepta los términos y condiciones que las autoridades federales le exigen, la FGR seguirá con el proceso que inició en su contra, lo que resultará en una acusación formal por el caso de Agronitrogenados. Esto implicaría que Lozoya perdería los beneficios del criterio de oportunidad y tendría que enfrentar un juicio oral, donde podrían condenarlo a una pena de prisión.

¿Cuál es la situación de Lozoya?

La defensa de Lozoya ha reiterado que su cliente no quiere pagar los 30 millones de dólares que Pemex y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) le solicitan, pues acusa que el gobierno incrementó el monto arbitrariamente en un 200%. Lozoya ha manifestado que las autoridades federales le exigen 30 millones de dólares como reparación de daños y que eso es una “extorsión” contra él.

Lozoya ha insistido en que él no acepta la culpabilidad que le atribuyen, pero que intentó llegar a un acuerdo por los consejos que recibió de su familia, pues resaltó que han sufrido un constante acoso político. Asimismo, ha señalado que el gobierno anterior, encabezado por Enrique Peña Nieto, lo utilizó como un instrumento y que tiene pruebas para demostrarlo.

El caso de Lozoya es uno de los más emblemáticos del combate a la corrupción en México, pues implica a altos funcionarios y empresarios del sexenio pasado. Sin embargo, nadie ha logrado esclarecer ni sancionar a los responsables de los hechos ilícitos.

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