El matrimonio igualitario es una realidad en todo México, marcando un hito en la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+. La Ciudad de México fue la pionera en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo el 4 de marzo de 2010. Quintana Roo siguió en 2012; Coahuila en 2014; Chihuahua y Nayarit en 2015.

En 2016, Campeche, Michoacán, Morelos y Colima se unieron al movimiento. Chiapas aprobó la legislación en 2017; Aguascalientes, Nuevo León, San Luis Potosí, Hidalgo, Baja California Sur y Oaxaca lo hicieron en 2019. Para 2020, Puebla y Tlaxcala aprobaron el matrimonio igualitario; en 2021, Sinaloa, Baja California, Yucatán, Querétaro, Sonora, Zacatecas y Guanajuato. Finalmente, en 2022, Jalisco, Veracruz, Durango, Estado de México, Tabasco y Guerrero se sumaron, con Tamaulipas siendo el último estado en aprobarlo.

José Antonio Cuadros Valenzuela, presidente de la fundación Cuadros y Rostros A.C., indicó que hace 20 años parecía imposible que se diera este gran avance en México, cuando no se hablaba de manera directa de las parejas homosexuales y la discriminación era rampante.

En entrevista, Cuadros Valenzuela señaló que la Ciudad de México ha estado a la vanguardia en materia de derechos humanos, siendo la primera en lograr la aprobación del matrimonio civil entre personas del mismo sexo en 2010. Resaltó que los derechos humanos de la comunidad LGBT+ son los mismos derechos de cualquier ciudadano, aunque ha requerido muchos años de lucha para que fueran reconocidos.

Obstáculos persistentes para la población LGBTIQ+

A pesar de estos avances, el matrimonio igualitario en México aún enfrenta varios obstáculos. Cuadros Valenzuela enfatizó que los derechos en pareja, especialmente en situaciones patrimoniales, aún requieren mayor reconocimiento y respeto en algunas partes del país.

‘Estos avances se han dado gracias a los movimientos de la población en torno al tema’, explicó Cuadros Valenzuela. Por ejemplo, partidos como Morena han creado agendas sobre la diversidad, dando importancia a los matrimonios igualitarios desde las sociedades en convivencia desde el año 2000.

Aunque la Ley de Matrimonios Igualitarios está en activo desde 2022, Cuadros Valenzuela subrayó la necesidad de asumir una postura educativa sobre estos temas para asegurar un cambio cultural duradero. La XLVI Marcha del Orgullo, que se celebrará el 29 de junio, congregará a alrededor de un millón de personas, subrayando la importancia de la defensa de los derechos humanos de la población LGBT+.

¿Por qué se Celebra el Día del Orgullo?

Para entender el significado del Día del Orgullo, es crucial remontarse a los disturbios de Stonewall en la década de 1960 en Estados Unidos. En esa época, ser homosexual era ilegal en la mayoría de los estados y no había protección contra la discriminación.

El Stonewall Inn, un club gay en Nueva York, se convirtió en el epicentro de la resistencia cuando la policía lo allanó el 24 de junio de 1969. La resistencia de los clientes marcó el inicio de una serie de protestas que dieron lugar a la marcha del ‘poder gay’ y, finalmente, al desfile del Orgullo.

El 28 de junio de 1970, se celebró la primera marcha del Día de la Liberación de Christopher Street en Greenwich Village, Nueva York, con miles de participantes. Este evento anual se instauró como el desfile del Orgullo, celebrado en diversas ciudades del mundo.

La importancia de la educación y la visibilidad

Aunque el matrimonio igualitario es ahora una realidad legal en todo México, la educación y la visibilidad siguen siendo cruciales para combatir la discriminación. ‘Vivimos en un México revolucionario en un mundo en movimiento’, dijo Cuadros Valenzuela. La aceptación y el respeto hacia las parejas del mismo sexo deben continuar evolucionando a través de la educación y la conciencia pública.

Es esencial que las nuevas generaciones comprendan la importancia de estos derechos y sigan luchando por una sociedad más inclusiva y justa. La marcha del Orgullo no solo celebra los logros alcanzados, sino que también sirve como un recordatorio de los desafíos que aún enfrenta la comunidad LGBT+.

Finalmente, aunque el matrimonio igualitario en México representa un gran avance en los derechos humanos, es fundamental seguir trabajando para eliminar los obstáculos persistentes y garantizar la plena igualdad y respeto para todas las personas, sin importar su orientación sexual.

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