Una mujer fue acusada de planear el asesinato de su esposo e hijastros para quedarse con su herencia millonaria, convirtiéndose en un caso polémico.
El caso de la mujer Berenice «N», conocida como la «Viuda Negra«, quien es acusada de planear la matanza de su esposo, Jacobo Quezada, y sus dos hijastros por una herencia millonaria luego de que su marido la quitara del testamento.
Dicho acontecimiento comenzó cuando era asistente de limpieza de Jacobo Quezada en el gimnasio en el que trabajaba, hasta el pasado 20 de julio, cuando fue apresada en Acapulco.
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Se había dado la buena vida; la dejaron libre, por lo que se llevó los vehículos de la familia, una vez asesinados. Incluso, puso en renta el inmueble a pesar de ser escena del crimen y encontrarse bajo investigaciones.
Un año después, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad (FGJCDMX), la acusó de delito de homicidio calificado diversos tres, según señala la orden de aprehensión integrada a la carpeta judicial 008/858/2019.
Berenice «N» había vivido en Querétaro, después viajó a Las Vegas y pese haber quedado fuera del testamento, reclamó 400 millones de pesos. Esto como parte e la herencia que según le corresponía a ella por ser esposa del hombre que mandó a asesinar.
La mujer fue apresada tres años luego de haberse dado a la fuga, sin embargo, la Fiscalía de Guerrero la detuvo el pasado 20 de julio.
De acuerdo con las indagatorias, la mujer habría planeado el triple asesinato, luego de que su esposo la dejó fuera del testamento tras descubrir que le fue infiel.
Historia de Berenice «N» y Jacobo Quezada
Berenice “N” pasó de ser la empleada doméstica para convertirse en la esposa de un empresario dueño de edificios, negocios y una colección de vehículos de lujo.
En 2003, el empresario contrató a Berenice como empleada doméstica, pero al poco tiempo inició una relación con ella y se casaron.
Jacobo Quezada, de 51 años, era el propietario del gimnasio. Sus dos hijos fueron identificados como: Patricia de 26 años, quien era encargada de la administración de los bienes de su padre, y Jacobo de 25 años, estudiante de derecho y jugador de futbol americano.
Testigos afirman que Berenice le fue infiel a Jacobo con su propio hijo y luego con un entrenador del negocio, lo que provocó que se quedara fuera del testamento y recibiera menos dinero.