Toma conciencia de lo que es ser tú en esta existencia humana. ¿Sientes demasiado o lo suficiente?

No es una maldición tener este corazón amoroso. Pero algunos días actúas como si lo fuera. Siempre te has enorgullecido de tu capacidad de amar, de tu capacidad de dejar que la luz brille, cueste lo que cueste.

Y sin embargo te detienes. Te dices a ti mismo que está mal, ser tan abierto, dar tanto, tener tanta esperanza en cada minuto.

¿Por qué te torturas así? ¿Es por miedo a que seas demasiado? ¿Que tu auténtico tú es algo horrible que nadie podría amar?

Pero pregúntese, ¿cuándo ha sido demasiado para aquellos que realmente importan? Nunca apagues tu corazón.

Siente con cada aspecto de quién eres. Porque sería un error negar tu alma. Sería un error pretender que eres algo que no eres.

Has trabajado tan duro por razones que solo tú puedes entender completamente. Y tal vez por razones que nunca sabrás realmente.

Y apagar, cerrar, iría en contra de todas las noches oscuras. Todas las noches encerrado en tu dormitorio, gritando en una almohada mientras las lágrimas empapaban tu piel. Las noches que luchaste, aunque casi te matan.

Las noches que tú, y solo tú, conquistaste, sin importar cuán débil te sintieras después. Así que no te rindas.

No en ti mismo. Esto también pasará. Esto también es una emoción profunda, porque la emoción profunda es lo que te distingue.

Es lo que te prende fuego. Y honestamente, es lo que te hace libre. Así que siéntelo. Todo ello Siéntate en él. Podría picar un poco. Entiéndelo. Si puedes. Pero no te rindas. Nunca te rindas.