El Popocatépetl, uno de los volcanes más imponentes y activos de México, fue escenario de una historia que sorprendió a propios y extraños. Un hombre desafió los peligros y restricciones para subir hasta el cráter y depositar una ofrenda en honor al cumpleaños de «Don Goyo», nombre con el que los habitantes de las comunidades cercanas se refieren al volcán.

Un acto de fe y devoción

Las imágenes del audaz montañista circulan rápidamente en redes sociales, generando una mezcla de asombro y preocupación. La travesía hasta el cráter del Popocatépetl no es un reto menor, pues el volcán se mantiene en constante actividad, con expulsión de gases y material incandescente. A pesar de esto, el hombre logró su cometido: rendir tributo a Don Goyo con una ofrenda especial.

En muchas comunidades aledañas, el Popocatépetl es considerado una entidad viva con la que los pobladores mantienen una relación de respeto y misticismo. De acuerdo con la tradición, cada 12 de marzo se celebra el «cumpleaños» del volcán, y algunos pobladores realizan ceremonias para pedir su protección y calma en su actividad.

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El riesgo de desafiar a la naturaleza

Si bien la hazaña del hombre fue vista por algunos como un acto de fe, también ha encendido alarmas entre especialistas y autoridades de Protección Civil. La zona cercana al cráter es altamente peligrosa debido a la emisión de gases tóxicos y explosiones repentinas.

Desde hace años, el acceso a la cima del volcán ha sido restringido precisamente por estos riesgos. A pesar de las advertencias, algunos montañistas han intentado llegar al cráter, poniendo en peligro sus vidas. Las autoridades han reiterado que cualquier intento de ascenso puede ser letal y han pedido a la población evitar acercarse a la zona.

¿Quién es Don Goyo?

El nombre «Don Goyo» proviene de una leyenda popular que cuenta que el espíritu del volcán se manifiesta a través de un anciano que advierte a los habitantes sobre posibles erupciones. Se dice que este personaje místico aparece en los sueños de algunos pobladores y les avisa cuando el volcán está inquieto.

Cada año, la celebración del «cumpleaños» de Don Goyo es una tradición que mantiene viva la conexión entre la comunidad y el coloso de fuego. Sin embargo, este reciente episodio ha puesto sobre la mesa la discusión sobre los límites entre la fe, la tradición y la seguridad.