El adiós al Papa Francisco se ha visto envuelto en una polémica que ha generado indignación en todo el mundo. Durante los días de luto por la muerte del pontífice, algunos fieles católicos han sido sorprendidos tomando selfies, fotos y videos con el féretro del Santo Padre, desatando una fuerte ola de críticas en redes sociales y entre los devotos. Muchos han calificado estos actos como una total falta de respeto hacia la figura del Papa y hacia el acto de su despedida.

El Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2024, tras un derrame cerebral ocurrido en la mañana del Domingo de Pascua, dejó un vacío inmenso en la Iglesia Católica. Su muerte conmovió al mundo, y miles de personas llegaron a Roma para rendirle homenaje en la Basílica de San Pedro. El miércoles 23 de abril se abrió la basílica para que los fieles pudieran despedirse del Papa, y fue en este contexto que comenzaron a circular las controvertidas imágenes.

Entre las imágenes más comentadas se encuentran las de dos mujeres que posaron sonrientes con el féretro del Papa Francisco de fondo. Una de ellas incluso grabó un video mirando a su alrededor, para luego enfocar el teléfono hacia el féretro. Aunque muchos veían el gesto como una falta de respeto, otros justificaron el acto al considerar que se trataba de un "suceso histórico" que debía ser documentado.

El Vaticano, por su parte, no ha permanecido indiferente ante el aluvión de críticas. Los guardias de seguridad han tenido que intervenir para llamar la atención de los fieles que se han tomado fotos frente al féretro, pidiéndoles que no posaran ni grabaran en el área sagrada. Los visitantes que han desobedecido las normas han sido escoltados fuera de la Basílica.

A pesar de los esfuerzos de la seguridad del Vaticano, los videos y selfies continuaron circulando en diversas plataformas digitales. Las imágenes del Papa Francisco en su féretro, vestido con su mitra blanca, túnica roja y rosario en las manos, se hicieron virales, lo que provocó un torrente de indignación.

"Hay que respetar, no deberían hacer eso", se lee en los comentarios de redes sociales, mientras otros se preguntan: "¿De verdad es necesario posar y sonreír frente al féretro de un líder religioso?". Muchos usuarios señalaron que la fiebre por las redes sociales ha llevado a la gente a perder el sentido de la dignidad y el respeto en momentos tan solemnes.

Aunque el Vaticano no ha emitido un comunicado oficial hasta el momento, se espera que en los próximos días se refuercen los controles de acceso y vigilancia en la Basílica de San Pedro para evitar que estos actos de irreverencia sigan ocurriendo. Mientras tanto, la indignación crece y las críticas continúan, con muchos pidiendo a los católicos y turistas que respeten la solemnidad del acto.

Este incidente puso en evidencia el dilema contemporáneo entre la necesidad de documentar momentos históricos y la obligación de mostrar respeto ante situaciones sagradas y de luto. Las redes sociales siguen siendo un arma de doble filo: por un lado, permiten que el mundo sea testigo de eventos históricos, pero por el otro, convierten a lo sagrado en algo fugaz y trivializado.

El respeto parece haber quedado en segundo plano en la era de las redes sociales, donde todo debe ser compartido y documentado, incluso los momentos más íntimos y solemnes. La imagen del Papa Francisco, un líder mundial cuya vida estuvo dedicada a la fe y al servicio a los demás, merece ser recordada con reverencia, no como un simple fondo de selfie.

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