Un nuevo episodio de imprudencia turística encendió las alarmas en China y en la comunidad internacional dedicada a la preservación del patrimonio. El pasado viernes 30 de mayo, un turista británico de 30 años provocó daños a dos figuras originales del célebre Ejército de Terracota en Xi’an, tras saltar una valla de seguridad y caer dentro de una de las fosas donde se exhiben los milenarios guerreros de arcilla.

El incidente tuvo lugar en el mausoleo del primer emperador de China, Qin Shi Huang, una joya arqueológica descubierta en 1974 y reconocida como Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 1987. De acuerdo con el reporte oficial de la policía y del propio museo, el visitante escaló la barandilla de protección y una red de seguridad, lanzándose directamente al interior del foso, que en algunos puntos alcanza una profundidad de 5,4 metros.

Una vez dentro del área restringida, el hombre empujó y manipuló varias estatuas, causando daños visibles a al menos dos de ellas. Estas figuras, que datan del año 209 a.C., fueron construidas para custodiar simbólicamente al emperador Qin Shi Huang en su tránsito al más allá. Cada guerrero es único y representa un ejemplo de la avanzada técnica artesanal de la antigua China imperial.

Las autoridades locales informaron que el hombre, de nacionalidad británica, padece una enfermedad mental. Actualmente, se encuentra bajo custodia y está siendo sometido a evaluaciones médicas mientras avanza la investigación para determinar las responsabilidades legales.

Aunque la seguridad del museo actuó con rapidez, logrando retirar al sujeto de inmediato, los daños ya estaban hechos. Hasta el momento no se ha dado a conocer la magnitud exacta del deterioro, pero expertos locales advirtieron que las piezas afectadas requerirán un proceso meticuloso de restauración.

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