A pesar de las difamaciones, a Lety Herrera le hacen los mandados
05/02/2020 - Hace 5 años en MéxicoA pesar de las difamaciones, a Lety Herrera le hacen los mandados
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
Desde el nacimiento del estado, la mentira política de los dirigentes a los dirigidos intenta ocultar de múltiples formas el hecho universal de que los primeros, hablando en general viven de los segundos. Tal es el primer fundamento del engaño político, pues la diferencia entre el estrato político dirigente y el estrato social dirigido está basada en la diferencia entre los parásitos y los parasitados.
Desde luego que estos principios elementales de política de choque frontal no los entienden los improvisados políticos duranguenses, o los que de unos cuantos años para acá, -ocho o nueve para ser exactos-, surgieron de la nada y ahora que probaron el poder y ganaron dinero sin esforzarse, pretenden seguir viviendo del erario. Una de las características de la mentira política cuando se pretende atacar o difamar a alguien, consiste en forjar un conjunto de mitos, leyendas, falacias y supercherías que se difundirán por medio de la propaganda, que en la actualidad es a través de los medios y redes sociales. Los incautos como es el caso de los depredadores que han sacado la cabeza para difamar, no saben o no se dan cuenta que la familia Herrera desde el bien recordado Don Carlos hasta su hija la señora Leticia Herrera Ale, se han dedicado a la política con la intención de servir a sus semejantes. Sus empresas y recursos económicos los han obtenido con mucho esfuerzo y trabajo, nadie les ha regalado nada.
Las ocasiones en que han incursionado en cargos públicos, jamás han tomado un peso del erario, no tienen necesidad, pero más importante aún, sus principios y valores no congenian con peculados y corruptelas. Eso es para los improvisados, para los que tiene hambre vieja, para los advenedizos, para aquellos que venden la causa a las primeras de cambio y al mejor postor pues no saben de principios, ideales, ni de compromisos. Pero también ese comportamiento surge por encargo, esto es cuando alguien quiere afectar el proyecto político de alguien o que no se afecte el propio, y entonces se valen de otros para iniciar campañas de desprestigio.
Quien o quienes pretenden con sus difamaciones poner en tela de juicio la integridad de Leti Herrera acusándola de desvío de recursos durante su pasada administración como alcaldesa de Gómez Palacio, no conocen la trayectoria de la señora, o conociéndola no les importa con tal de hacerle el caldo gordo a alguien que tiene interés en que la señora Herrera salga afectada por tales acusaciones. El engaño es elemento esencial de la comunicación política. Las mentiras de los gobernantes que vemos y leemos hoy en los medios, son las mismas que fueron dirigidas hace cinco milenios a los campesinos egipcios y sumerios.
En este momento no se sabe si la señora Leticia Herrera tiene un proyecto político a futuro, pero como le tienen miedo y saben que es una triunfadora, los calumniadores han comenzado una campaña denigrando, ofendiendo y atacando con la intención de que la opinión pública piense que la señora Leti Herrera es como ellos. Los chivatazos no van a trascender porque simple y sencillamente la señora Herrera Ale no es de la misma condición de quien o quienes pretenden ponerla en mal de manera que saldrá airosa de tan viles imputaciones, y los que pretenden eliminarla de los futuros acontecimientos políticos en Durango le van a hacer los mandados.
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