AMBIENTE POLÍTICO… ¿Colapso cuatroteísta?
Por: Eduardo Serrano
Lo más deseable es que no se hubiese politizado una tragedia, como la ocurrida con el desplome de la línea 12 del Metro de la Ciudad de México, que ha cobrado la vida de 25 personas y ha dejado casi 80 heridos. No, en definitiva, no debió politizarse, pero, como otros tantos temas en nuestro país, así ha ocurrido, se politizó. Para muchos, la forma en que se cimbraron las estructuras de la obra, ha puesto a temblar de igual manera las aspiraciones presidenciales de Marcelo Ebrard; también han dejado inestables los cimientos del mandato de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y con ello, se ha activado la cuenta regresiva del inevitable colapso de la Cuarta Transformación (4T). Sin embargo, dudo mucho que así suceda, aunque, es claro que el partido que llegó al poder y que -en palabras de Porfirio Muñoz Ledo-, no ha logrado consolidarse en él derivado de las ambiciones de los grupos que ahí convergen, se enfrenta a su propio pasado, ya que sus integrantes, no pueden negar la “Cruz de su parroquia”.
Las magnitudes de los sismos políticos que se han registrado en Morena, le siguen generando desgaste continuamente, y tal como se dio con la línea 12, no hay quien les dé mantenimiento a las estructuras internas a nivel nacional. Mario Delgado, ha provocado un conflicto en cada intento de solución a la problemática morenista. La designación de Evelyn Salgado para ocupar la candidatura de Morena en Guerrero, resolvió la bronca con Félix “el toro”, pero le dio una cornada en la percepción nacional con ese acto de nepotismo puro, dejando evidencia de que, quizá, “algo muy grande” se le debe a Salgado Macedonio, como para permitirle que ocupe el poder detrás del trono. Efectivamente, el estado de Guerrero puede ser el epicentro del sismo morenista, solo que, en el centro meteorológico del Ambiente Político, se han activado las alertas en varias partes del territorio nacional, principalmente en la capital del país, y tal parece que no han visto la señal de alerta.
El caso del mañoso legislador poblano, Benjamín Saúl Huerta y su defensa por parte de Ignacio Mier, presidente de la Jucopo en la Cámara de Diputados, no ha quedado en el olvido, a pesar de que pareciera que, como por arte de magia, al presunto abusador se lo tragó la tierra. Lo peor de todo, es que el morenismo sigue minimizando los efectos sísmicos de estas fallas estructurales. Ciertamente, en Durango, Otniel García Navarro, delegado con funciones de presidente, ha sabido sacar su chamba, sosteniendo los pilares de Morena, defendiendo las causas cuatroteístas, al unificar lo que estaba disperso, como ocurrió en el municipio de Lerdo, donde habló ante los medios de comunicación a nombre del Verde, Movimiento Ciudadano, Encuentro Solidario, Fuerza por México y hasta por el Duranguense, para lanzarse en contra de la alianza PAN-PRI-PRD, por la presunta posesión de despensas para favorecer a sus candidatos laguneros.
Otniel ha unificado el rumbo con Gerardo Villarreal, líder del Verde Ecologista, para que sea palpable la sumatoria del partido del Tucán con Morena y el PT, en la alianza que conforman para la elección federal. Sin embargo, se le abre un frente en Lerdo, al ser separado del cargo el regidor morenista Héctor «N», por estar vinculado al delito de acoso sexual en contra de una trabajadora de la Presidencia de aquel municipio. Lo preocupante de este caso, no solo es la gravedad del delito, sino lo que representa para Morena que, en tan poco tiempo, los escándalos de índole sexual, sean de lo que más está generando movimientos telúricos, que pudieran traerle consecuencias en las urnas. Por este motivo, los militantes de Morena deben observar y analizar con la mayor sensatez, si estos indicadores avizoran un sismo de gran magnitud que provoque el colapso de sus estructuras cuatroteístas, pues están a tiempo; la señal de alerta sigue sonando; en sus manos está tomar decisiones, o simplemente, como en la línea 12, ignorarla.
Twitter: @LaloSerranoZ