AMBIENTE POLÍTICO… Unidad interna: la primera aduana
13/07/2021 - Hace 3 años en MéxicoAMBIENTE POLÍTICO… Unidad interna: la primera aduana
Por: Eduardo Serrano
Ninguna elección es igual, así que no solo deben considerarse los resultados de la jornada del pasado 6 de junio, para establecer las estrategias del 2022, más aún, al no darse los consensos entre las fuerzas políticas del Congreso del Estado, para que se realizaran las reformas que redujeran el periodo de la próxima gubernatura, y así empatar las elecciones con las presidenciales, manteniendo con ello el efecto local, o dicho en otras palabras, alejando el ingrediente de Palacio Nacional de la intención del voto. Lo que estará en juego será un sexenio complicado, donde habrá que administrarse la austeridad republicana presupuestal, de tal suerte que, quienes aspiran y suspiran en el Ambiente Político, anteponiendo la unidad, deberán estar preparados para prometer lo alcanzable, y alcanzar lo prometido.
Al no homologarse los procesos electorales, que implicaba también la reducción de los periodos de las alcaldías de tres a dos años, no significa que a Morena se le complique el escenario, simplemente no se le facilita tanto. Iván Gurrola Vega, presidente de la Jucopo del Congreso del Estado y Otniel García Navarro, delegado con funciones de presidente de Morena, saben perfectamente que el escenario, aunque no es el idóneo, es altamente factible, solo deberán sortear el principal y más grave factor con el que siempre se tropieza el partido de la Cuarta Transformación: su propia unidad. En efecto, las ambiciones de algunos liderazgos morenistas, es lo que más interfiere en el alcance de sus objetivos electorales, por eso, Otniel se ha metido de lleno con la estructura, buscando romper con la inercia que los ha caracterizado.
Para la dirigencia estatal del PAN es fundamental reparar las fisuras que se han provocado al interior, antes de que estas se conviertan en dolorosas fracturas, pues si llegan al proceso electoral en muletas, difícilmente podrán mantenerse de pie en el poder. El blanquiazul deberá entrar cuanto antes a quirófano para reconstruir la unidad, y al salir de la operación, tendrá que iniciar su proceso de rehabilitación institucional, que dé a los perfiles que se han insertado en la carrera por la sucesión gubernamental, la seguridad de un partido fuerte con estructura sólida, de tal forma que cualquiera que encabece la candidatura, ya sea Jorge Salum, Héctor Flores, Carlos Maturino o Javier Castrellón, o tal vez Gina Campuzano o Rosario Castro, enfrenten el proceso con absoluto respaldo de la militancia.
El PRI deberá transitar en un terso proceso de renovación de su dirigencia estatal. Su reconstrucción partidista, no deberá verse afectada por el reacomodo interno. Rubén Escajeda sin duda ha entregado buenas cuentas, lo cual ha sido reconocido por el mismísimo Alejandro Moreno Cárdenas. Sin embargo, ante la posibilidad de que reciba la estafeta Arturo Yáñez Cuéllar, debe priorizarse la unidad entre liderazgos, militancia, sectores y organizaciones del tricolor, pues los cambios deberán apuntar al fortalecimiento de los cuadros que visiblemente pueden jugar en la carrera de la sucesión gubernamental, como Esteban Villegas, Ricardo Pacheco y Enrique Benítez; el PRI no puede darse el lujo de quitar la cimbra, si no ha fraguado la losa. Ciertamente, en todos los partidos, la unidad interna será la primera aduana, el primer gran reto, y una vez alcanzada esta unidad, entonces sí, a darle a lo que sigue.
Twitter: @LaloSerranoZ