APUNTES… Con el asilo a Evo se fortalece la “4T”
Por: Guillermo Fabela Quiñones
Con el arribo de Evo Morales a nuestro país en calidad de asilado político, el Gobierno del presidente López Obrador da un paso adelante en su proyecto de nación progresista y democrática. Este se afianzó en la reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) con la firme postura de la representante de México en el organismo, el cual quedó sumido en un estercolero al actuar conforme a su bien ganada fama de servil operador de las instrucciones del mandatario en turno de la Casa Blanca.
El Gobierno de México asumió un compromiso del que ya no hay vuelta atrás, so pena de perder un liderazgo regional que le da prestigio internacional, y capacidad de negociación que el Ejecutivo mexicano deberá aprovechar. Sin embargo, también provocará reacciones desesperadas de la derecha ultramontana, como lo está demostrando la dirigencia del PAN, atenta a sacar ventaja de situaciones propicias a sus aviesas intenciones de regresar al poder “haiga sido como haiga sido”.
La siniestra cúpula panista no quiere dejar pasar el poco tiempo que le queda a Donald Trump en la Casa Blanca, para contar con su apoyo y liderar a la élite oligárquica más reaccionaria y entreguista, como lo está demostrando el contubernio que han acordado para crearle todo tipo de problemas al presidente López Obrador. Su fiereza contra el régimen de la “Cuarta Transformación” es cada día más brutal, no por la fuerza que pareciera tener, sino por la ausencia de estrategia para encauzarla de modo inteligente.
Es por demás obvio que su lucha opositora no tiene otro objetivo que defender intereses creados de personajes perversos que se han enriquecido con la corrupción a la sombra del poder. Esto lo saben las clases mayoritarias y ya no se dejan embaucar por los demagogos de la derecha, como lo confirma el hecho contundente de que la popularidad del inquilino de Palacio Nacional sigue en ascenso, a pesar de todos los intentos de la reacción por desprestigiarlo.
De ahí que la cúpula empresarial con más visión, en vez de sumarse a las embestidas de los rufianes ultra conservadores, mantenga una actitud de respeto y diálogo con el presidente de la República. Saben que nada ganarían apoyando a quienes han hecho uso del poder con un sentido patrimonialista, que no aporta nada positivo al país. En cambio, saben también que apoyar la “Cuarta Transformación” puede traerles beneficios en la medida que se fortalezca, toda vez que López Obrador no es un político irresponsable sino un estadista visionario con un atributo fundamental: Tiene una profunda concepción ética del servicio público.
Saben, asimismo, que las tácticas del PAN obedecen a la frustración; en contrapartida, crece la percepción de que el Presidente no cuenta con una organización sólida con la cual apoyarse en momentos de peligro, como sería el caso si perdiera los equilibrios que hasta ahora ha mantenido por el imperativo de ser cauteloso. Los ultras de la izquierda quisieran que avanzara más rápido en los cambios estructurales, sin avizorar que sólo se puede avanzar si existen condiciones favorables, que es preciso consolidar.
Por lo pronto, rescatar la tradicional política exterior de México es un logro histórico que permitirá dar pasos más firmes en el interior, sin perder de vista que lo fundamental es no dar margen a que los conservadores tengan pretextos para fortalecer sus posiciones.
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