APUNTES… La encrucijada inevitable del año 2021
Por: Guillermo Fabela Quiñones
La ultraderecha está decidida a lanzar todo su arsenal económico, ideológico y estratégico para debilitar y hacer fracasar el proyecto de la Cuarta Transformación en 2021, año en que puede decidirse el futuro del país si logra su objetivo de reducir la fuerza del nuevo régimen en las elecciones intermedias de dicho año. Son la clave para que se afiance el proyecto del presidente López Obrador o para que inicie una rápida declinación que pondría al país en el tobogán de la depredación acostumbrada por los conservadores.
El año próximo es fundamental, lo saben muy bien oligarcas sin visión estratégica y parásitos de la política, quienes no habrían de escatimar recursos ni tácticas sucias para hacer fracasar el proyecto socialdemócrata progresista más claro que se ha conformado en los últimos ochenta años; así lo demuestran, por ejemplo, el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, y, desde la “izquierda”, el comandante “Galeano”, el ex “Marcos”, cuyo papel sigue siendo muy útil a la derecha con el fin de sabotear megaproyectos que darán viabilidad al desarrollo. (Decir que fortalecerán el capitalismo y afectarán a pueblos enteros es un contrasentido, pues lo que más daña es la pobreza.)
Buscan frenar un arranque exitoso de las grandes obras de infraestructura que le darían a México viabilidad para crecer 4 por ciento anual, meta irrenunciable si lo que necesitamos es evitar la cadena de fracasos que hemos visto en América Latina por la falta de interrelación sociopolítica entre gobernantes y gobernados. La coyuntura geopolítica es propicia para que la derecha mexicana, tan violenta, obtusa e inescrupulosa de siempre, quiera lanzarse a fondo como lo hizo en el siglo XIX, aunque lleve las de perder como así sucedió en el pasado.
Lo favorable en este momento es que con gran habilidad política, López Obrador se está ganando la confianza de la cúpula empresarial, como quedó demostrado en la “mañanera” de ayer martes 27 de agosto. Se evidenció que mediante negociaciones con agenda progresista se pueden obtener beneficios para el país en su conjunto. Este gran acuerdo con la CFE, patentizó que sin jaloneos ni componendas en lo oscurito, se pueden vencer resistencias y superar recelos mutuos entre empresarios y gobierno.
Como quiera que sea, la derecha más obtusa sabe muy bien que no le quedará otra oportunidad para debilitar los avances de la Cuarta Transformación. Después del acuerdo que destrabó negociaciones lesivas al país, con un ahorro al erario de 4 mil 500 millones de dólares, López Obrador puede llegar al año 2021 fortalecido. Paradójicamente, los principales escollos se encuentran en el ámbito político, por la falta de responsabilidad y honestidad de los partidos, acostumbrados a medrar a la sombra del régimen. Así se acostumbraron y ahora será un serio problema modificar este esquema.
El mayor riesgo se encuentra en los dos polos del espectro político: los ultras de la derecha y de la “izquierda” adocenada, los cuales trabajan para el conservadurismo por diferentes caminos y estrategias, básicamente para hacer fracasar el proyecto del mandatario en lo económico, pues al hacerlo se perdería la viabilidad de acelerar la marcha del país hacia objetivos sociales concretos, que catapultarían la Cuarta Transformación para el resto del sexenio. Será un gran reto emprender un camino sin estructuras políticas obsoletas, pero no podrá ser hecho a un lado.
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