APUNTES… Sembrar vientos implica cosechar tempestades
09/05/2021 - Hace 4 años en MéxicoAPUNTES… Sembrar vientos implica cosechar tempestades
Por: Guillermo Fabela Quiñones
El colapso de la Línea 12 del Metro, aunque fuera un hecho muy anunciado por trabajadores y técnicos del vital medio de transporte, no hubiera tenido tal repercusión como la ha tenido, por el estilo personal del presidente López Obrador de buscar confrontaciones innecesarias, al extremo que estamos viendo. Apenas al inicio del segundo tercio de su mandato pareciera que está por finalizarlo. Es muy lamentable que así suceda, pues la mayor parte de la población tenía fundadas esperanzas en que, por fin, el sistema político funcionaría con objetivos progresistas y de justicia social.
NO SOLO COLAPSO LA “LINEA DORADA”, DESGRACIADAMENTE
Su protagonismo, ausencia absoluta de autocrítica, acusar a todo aquel que disiente de sus dichos y hechos como “conservador”, lo tiene a la defensiva todo el tiempo, dando pie a sus enemigos políticos de apuntalar sus críticas, las cuales ha venido afianzando a medida que avanza la carrera política del actual mandatario. Ahora, sus adversarios pueden argumentar que siempre han tenido razón al criticarlo por sus actitudes demagógicas, “populistas”, contradictorias y sin la debida planeación estratégica.
El que siembra vientos cosecha tempestades, dice un antiguo aforismo, el cual encaja muy bien en las actuales circunstancias del país. Ni que decir tiene que sería un despropósito del propio mandatario seguir con su cantaleta de que “vamos muy bien”, cuando la realidad amenaza convertir las tempestades en huracanes, pues no sólo colapsó la nombrada Línea Dorada por el promotor de la obra, en su calidad de jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, sino un estilo personal de gobernar inviable.
Ahora, hasta la intromisión del gobierno estadunidense, por conducto de sus agencias “filantrópicas”, se ve como una ayuda justificable en favor de la lucha contra la corrupción y en favor del estado de derecho, como lo dijo entre líneas la vicepresidenta Kamala Harris en la conferencia telefónica con López Obrador. Ella le sugirió “trabajar juntos” en objetivos que comparten ambos gobiernos, observación que hace compatible el intervencionismo de Washington, bajo el disfraz de organizaciones como la fundada en 2018 por un contumaz reaccionario, denominada Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
DESPROPOSITO DIPLOMATICO INCUBAR DESCONFIANZA
El mandatario informó que el gobierno mexicano envió el viernes una nota diplomática a su contraparte estadunidense, pidiendo información “sobre el financiamiento violatorio a la Constitución”. Puntualizó que “es injerencia, es intervencionismo y es promover el golpismo”. Recordó que cuando el golpe al presidente Madero en 1913, “intervino el embajador (Henry Lane) Wilson y la prensa de México fue creando las condiciones”, papel que según él están jugando en este momento los medios.
Tal parangón es un despropósito diplomático, no venía al caso pues se supone que la comunicación telefónica virtual con la señora Harris permitiría abrir mecanismos positivos de cooperación bilateral. Ahora da por sentado que se está gestando un golpe de estado, cuando hace meses minimizaba la presencia de la oposición, incluso señalaba la conveniencia de que se fortaleciera para tener realmente con quien contender, políticamente hablando.
Su pugnaz protagonismo lo está llevando a perder ecuanimidad, situación peligrosa cuando se tienen compromisos tan grandes como los que dijo atendería puntualmente. Los hechos están demostrando que él mismo ha sido el principal opositor a los cambios que enmarcó en la Cuarta Transformación (4T). Ahora quiere buscar culpables al no tener un elemental sentido autocrítico ni la humildad de reconocer sus errores, que comenzaron desde la integración de su gabinete y en el sinfín de contradicciones que agudizaron las confrontaciones sociales y la división en la sociedad.
El error que más habrá de lastimar a su gobierno, por las afectaciones a las clases mayoritarias, es la pérdida de poder adquisitivo del salario con el incontenible aumento de precios de la canasta básica. No hizo lo aconsejable al inicio del sexenio, que era impulsar el crecimiento con una política keynesiana, tal como lo está haciendo el presidente Biden, sino todo lo contrario al agudizar el adelgazamiento del estado con una incomprensible austeridad en un país con cuatro décadas sin crecimiento real y empobrecimiento masivo. Ahora asumirá las consecuencias de tal despropósito económico… y político.
Correo: [email protected]
Twitter: @VivaVilla_23
Un comentario en "APUNTES… Sembrar vientos implica cosechar tempestades"