APUNTES… Sin partido consolidado, Gobierno sin futuro
04/02/2020 - Hace 5 años en MéxicoAPUNTES… Sin partido consolidado, Gobierno sin futuro
Por: Guillermo Fabela Quiñones
En el marco del 103 aniversario de la promulgación de nuestra Carta Magna, el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, envió un mensaje que conviene analizar con lupa porque tiene diversas interpretaciones, según convenga a quienes ejercen el poder real en el país, como factores decisivos para encauzar una correlación de fuerzas que garantice su permanencia.
Desde su creación, hace tres décadas, el INE ha demostrado ser el instrumento idóneo para que la clase política dominante haga valer su hegemonía. En pocas palabras, se constituyó como el “árbitro” que debía garantizar “transparencia” en la vida política nacional, con el disfraz de ser independiente del Ejecutivo. Ahora se pretende demostrar que sí la tiene, porque tal como fue su origen ya no es funcional al nuevo régimen. En las pasadas tres décadas, cumplió bien su papel de “legitimador” de procesos electorales cuestionables, pero que aseguraban la continuidad de un régimen sin compromisos con la sociedad mayoritaria.
En la actualidad, el INE pretende ser visto como una institución autónoma, simple y llanamente porque así sirve mejor a los intereses del grupo con el cual surgió a la vida pública. Ahora dice defender su independencia, pero del presidente López Obrador no de la élite oligárquica a la cual sirvió eficazmente, marco en el que ya no son necesarios sus servicios. No es promulgando una nueva reforma electoral, como lo propone Córdova, como se va a mejorar la competencia política, sino dándole plena independencia de los poderes fácticos.
Según el Titular del INE, “todas las reformas (del instituto) han buscado perfeccionar nuestro régimen electoral, pero sobre todo ampliar los derechos de la ciudadanía”. La realidad demuestra que ha fracasado rotundamente, porque en los hechos ha servido para “legitimar” procesos electorales mediante los que las cúpulas del poder político y económico han mantenido su dominación de clase sobre el pueblo. Quiere seguirlo haciendo, pero poniendo obstáculos al cambio de régimen, lo que deja ver sus firmes compromisos con la tecnocracia neoliberal.
¿No es ese el propósito que se persigue con el apoyo que el INE está dando a Felipe Calderón para validar un pretendido partido sin ninguna fuerza política real? ¿No es un retroceso democrático engañar al pueblo al prestarse a tan burda maniobra? ¿Cuál garantía de que se mejorarán las reglas de competencia si el INE se presta a servir de comparsa de grupos de poder que sólo buscan sabotear la marcha del país a una verdadera vida pública en la que las clases mayoritarias sean tomadas en cuenta?
Está por verse qué papel juega el INE en el espinoso asunto del cambio de dirigencia nacional del partido en el poder, Morena. Lo que es muy claro en este momento, es que aprovechará la circunstancia para golpear al presidente López Obrador y de paso mantener la incertidumbre al interior del partido, lo que sería un retroceso histórico del que se aprovecharían los conservadores para fortalecer sus fuerzas luego de la derrota sufrida el 2018.
Los consejeros del INE tienen plena claridad de que un Gobierno sin partido que lo apuntale no tiene futuro, de ahí su interés en que Morena se resquebraje. Lo grave de esto es que al interior del partido estén enemigos infiltrados cuyo rol básico es ampliar la división. ¿Acaso la dirigencia en funciones no ha demostrado su incapacidad para convertir a Morena en un verdadero partido? Seguirla manteniendo sería un error de consecuencias funestas.
Twitter: @VivaVilla_23