Coahuila
Por: Emmanuel Salazar
Una cosa deja en claro la pasada elección en Coahuila, y es que, el oficio de los priistas es enorme y si los dejan trabajar en su ingeniería electoral pueden con cierta facilidad cambiar resultados como si en 2018 no hubiera llegado al poder Andrés Manuel López Obrador.
El PRI en Coahuila es un ejemplo nacional para todos sus militantes pues es un estado en donde siempre ha ganado el Revolucionario Institucional, aún y cuando los escándalos por corrupción les han azotado y les ha implicado incluso la expulsión del exgobernador Humberto Moreira Valdés, quien llego a ser presidente nacional de ese partido.
Miguel Riquelme es un pupilo de los hermanos Moreira, pero en esta elección se ha visto como un operador importante para lograr retener sin problema la mayoría del Congreso del Estado, con lo cual estará blindado para los siguientes tres años.
Torreón, municipio colindante con Gómez Palacio, Durango, en donde gobierna Morena, no cayó en el canto de la sirena y al parecer sus habitantes decidieron seguir con el PRI más que dar el cambio por Morena o mantener posiciones para el PAN.
Aunque se hubiera podido pensar que Marina Vitela, alcaldesa de Gómez Palacio y de extracción morenista, pudiera generar junto con la figura presidencial un movimiento que pudiera provocar un voto a favor del partido del presidente López Obrador, eso no ocurrió.
Algo que queda en el ambiente en la elección en Coahuila es que hubo una participación de casi el 40 por ciento, por lo que el triunfo del PRI bien puede atribuirse a la estructura de dicho partido político que mantiene esa base de apoyo en buena medida porque se encuentra en el Gobierno estatal.
Cuando el PRI era el partido ganador en Durango, se hablaba de que, en una elección, la que fuera, mientras que no se superará los porcentajes de votación de manera importante la estructura priista podría hacer ganar a prácticamente cualquier candidato.
En ese tiempo, un porcentaje de participación del 34 por ciento, prácticamente aseguraba el triunfo del PRI, y en el caso de Coahuila el margen podría ser un poco mayor lo que podría explicar el triunfo contundente de los priistas.
La falta de participación ciudadana también puede ser interpretada como una negativa de la sociedad de Coahuila a intentar impulsar a Morena como nuevo partido dominante, y eso podría tener la lectura de que no necesariamente lo que hace el presidente es aceptado.
Twitter: @jemmanuelsr