Por: Édgar Burciaga

La polémica originada por su llegada a Durango con la bandera de “superdelegado”, muestra a un Manuel Espino oportunista y buscador de sus propios intereses, comenzado a chantajear a grupos políticos identificados con el Gobierno federal con promesas de inversiones y programas, además de enfrentar a los militantes de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por ello, el senador Miguel Ángel Lucero Olivas, en sus redes sociales, manifestó su rotundo rechazo a este autodestape como delegado de programas federales, al tiempo que se pronunció por esperar a que el anuncio sea realizado por el Presidente de la República.

Manuel Espino es conocido por carecer de lealtad en los partidos en los que ha militado, y estar al servicio del mejor postor; como personaje político se ha destacado por acomodarse en los últimos Gobiernos al servicio del presidente en turno.  Así lo hizo desde Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto.

Manuel Espino fue presidente nacional del PAN de 2005 al 8 de diciembre de 2007, y presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América del 23 de noviembre de 2006 al 30 de julio de 2010, y en mayo del 2011, la Comisión de Orden del Consejo Nacional del PAN determinó su expulsión definitiva de ese partido.

Personaje muy cercano a Vicente Fox y su esposa, Martha Sahagún, hizo público el diferendo con el entonces presidente Felipe Calderón y lo atribuyó a una percepción alimentada con versiones falsas desde las filas del autonombrado calderonismo, que han derivado en un hostigamiento a su persona que raya en la persecución al más puro estilo del viejo PRI.

Mientras que para el diputado Otniel García es un buen perfil para este puesto, para la senadora Margarita Valdez Martínez “es un peligro para Durango”, sobre todo considerando que se identifica con un grupo vinculado a la ultraderecha en el cual participaban funcionarios de la pasada administración estatal, entre los que destaca el exgobernador Jorge Herrera Caldera, por lo que para la legisladora es increíble que el grupo que hizo tanto daño pretenda regresar, como la afectación a la Universidad, a la que se dejó de darle más de 450 millones de pesos y que ahora se ha visto involucrada en la «Estafa Maestra», el caso de corrupción encabezado por Rosario Robles, y quien fuera su compañera en la estrategia Ruta 5 en apoyo a Peña Nieto hace más de seis años y que el año pasado se inclinara a favor del “Peje”.

Además, existe un antecedente de los señalamientos hechos por regidoras de los partidos Acción Nacional y del revolucionario Institucional, en las cuales dan cuenta de que violentó la normatividad de Naucalpan, estado de México, en el que fungía como secretario de Gobierno, por lo que es necesario que se esclarezca el homicidio de su chofer, perpetrado un día después de que renunciara al cargo en el municipio mexiquense.

Así, Manuel Espino, en los últimos días, ha pretendido engañar a muchos con una “patente de corso” que no existe todavía y quienes tienen una “p” de política en la frente, pero lo que sí ya hizo, fue mostrar sus grotescos intentos para justificar el oportunismo y su ambición de poder. El tiempo dará la razón.

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