EL CASINO EN VIVO… La soberbia es mala consejera
Por: Iván Soto Hernández
En los últimos días se han asomado diversas actitudes de soberbia en la actividad pública o política de Durango, con secuelas por la ceguera que genera el ego crecido. Veamos algunos ejemplos:
1.- Arturo Yáñez Cuellar asumirá la dirigencia estatal del PRI básicamente por la imposición de su amigo el líder nacional del tricolor, Alejandro “Alito” Moreno. Arturo primero tendrá que reconocer que no llegó al CDE priista como consecuencia natural de un trabajo de convencimiento y cohesión de todos los grupos, sino porque “Alito” es un tipo que no comparte con otros grupos los espacios de poder que están a su alcance.
Y es que, mucho se dice que el campechano se atravesará donde sea necesario para que las posiciones que se definan en su mandato dentro del PRI sean para gente que ante todo le sea leal a él. Quiere ser abanderado priista a la Presidencia de México en 2024 y evitará ponerse obstáculos él mismo.
2.- Marko Cortés visitó Durango en días pasados y lo único que hizo fue poner en duda la posibilidad de una nueva alianza con el PRI, ya que su postura triunfalista de la ubicación político-electoral del PAN en la entidad se asumió como una actitud sobrada y soberbia.
El líder nacional del blanquiazul reunió al panismo para motivarlos rumbo al 2022, y anticipó que Acción Nacional tendrá la candidatura a gobernador del estado con o sin alianza.
Lo que no se da cuenta Marko es que ya no es el 2016. Hoy el PAN está desfondado y va en caída libre desde el triunfo de José Aispuro y José Ramón Enríquez a la fecha. No hay un solo comicio donde mejore, al grado que hoy su capital ronda apenas un 35 por ciento de lo que fue en 2016.
3.- En los gobiernos hay elementos que siguen sin aprender de la primera oportunidad que reciben para servir en la administración pública. Por ejemplo, Édgar Morales al frente de la “superdelegación” federal, quien está muy lejos de asumir la estatura que el puesto requiere, y se conforma con el reducido aplauso de los empleados que lo rodean y que lo consideran un auténtico inexperto, pero prefieren que no se entere.
En el Estado hay personajes que se navegan con esa bandera de la soberbia y creen que con ella construyen su candidatura a gobernador, como el caso de Héctor Flores, quien no se da cuenta que está ahí por una amistad con influencias y poder, nada qué ver con la construcción de una carrera política que desemboque de manera natural a la búsqueda de la gubernatura.
En el municipio de Durango, un personaje recurrente que no entiende el daño que le causa a las aspiraciones políticas de su jefe el alcalde Jorge Salum, es sin duda Antonio Bracho, director de Seguridad.
Casos así proliferan en la actividad pública y política, con gente tan pequeña que tiene poder, que lo único que atienden es la lisonja que les lanza su círculo cercano, ese que necesita subsistir y que se ha dado cuenta que hay jefes a los que no les puedes ayudar a ver la realidad por el riesgo a que te corran, y por tanto prefieren seducir y engañar para cuidar el trabajo y darle al jefe lo que quiere: solo piropos.
Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.
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