Por: Jorge Anima

En la mañanera del pasado lunes 10 de agosto, del año en curso, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador habló sobre el “narcoestado” en el que se vivía anteriormente.

Para aclarar totalmente sobre el tema, recordaré que lo que conoce como “narcoestado” se refiere a las instituciones públicas gubernamentales que se ven influenciadas en gran medida por el poderío económico o de intereses de algún o algunos miembros de los cárteles del narcotráfico, incluso llegando a tener “servidores públicos” en doble nómina, en la nómina gubernamental y en la “nómina del narco”, por lo que algunas acciones que se presentan ante la sociedad solamente son fachadas

La “narco cultura”, “narco economía” y “narco vida” es el pan de cada día de nuestro país, todo su crecimiento y apoderamiento de plazas viene con la complacencia al amparo del poder público, que en conjunto aprovecha la falta de oportunidades y desarrollo de muchos que eran “los olvidados” por el Estado y quienes hacían crecer la brecha entre ricos y pobres.

En México, todo mundo sabía de la intromisión del narco ya que se amafió con los gobiernos federal, estatal o municipal; en palabras del Presidente: El Gobierno estaba tomado por el narco”.

En el libro “ El traidor”, escrito por la gran periodista de investigación Anabel Hernández, el cual es realizado con base a cartas y declaraciones de Vicente Zambada Niebla, alias “Vicentillo”, hijo del Mayo Zambada, menciona cómo se operaba y compraba al que estuviera en el Gobierno, incluso cuenta que a García Luna se le pagaban millones y lo nombra como “La metralleta” por qué tartamudeaba, convirtiéndose no en un servidor público de primer nivel, sino un lacayo más; además el libro nos muestra la cruel realidad que vivimos en los gobiernos del “PRIAN”, esto con una peste a corrupción cubierta de lucha contra el narco y el crimen organizado.

AMLO comentó que “tiene que haber una línea divisoria, una frontera entre autoridad y delincuencia. No mezclarse, que no haya contubernio, porque entonces estamos desprotegidos todos. Nos quedamos en estado de indefensión estamos en manos de la delincuencia”.

Buscando eliminar las desigualdades que han engrandecido al narcoestado se combate con  los grandiosos programas sociales, como es el programa de “Adultos Mayores”, en el que es universal y  hasta se duplicó la cantidad que se les otorgará; las becas Benito Juárez en apoyo a los estudiantes de los distintos niveles educativos iniciando en el preescolar; “Jóvenes construyendo el futuro”; se ha incrementado en un 20 por ciento el salario mínimos y un verdadero apoyo al campo con precios de garantía en el sector agrícola y ganadero; el programa “Sembrando vida”, siendo México el único país en el mundo en el que se paga para sembrar árboles frutales y maderables, además del trabajo de la  Unidad de inteligencia financiera.

Lo que uno espera que es que esta correcta visión en contra de la delincuencia tenga una réplica en los estados y triunfar contra la corrupción.

Twitter: @jorgeanima