El Presidente no tiene quién le escriba
Por: Iván Ramírez
Conforme caen las quincenas en la administración federal y en el Congreso, las voces en defensa de AMLO se van difuminando y la promoción personal empieza a ser prioridad. Voces que tal vez vuelvan a cobrar fuerza en favor del Presidente cuando sea año electoral y sea necesario usarlo una vez más como bandera. Entonces, el no robar, no mentir y no traicionar, se les volverá a escuchar igual que siempre, hueco, sin sentimiento y sin conciencia.
En los pasillos de Morena el júbilo le ha cedido el paso a las dudas, el golpe reprochador que los ciudadanos le dieron en el proceso electoral pasado ha dejado a varios mudos pero con sus ambiciones intactas. Pues no se defiende al Presidente pero sí un cargo dentro del partido, del Congreso y en la administración federal.
El presidente no tiene quién le escriba porque muchos han cedido al bombardeo de información torcida que busca descarrilar a AMLO. Posiblemente pensaron que reconstruir un país sería como ver una película en la que tienes “chance” de ir a comprar palomitas o puedes ponerle pausa para ir al baño o prepararte un sándwich.
Tal vez pensaron que para transformar el país era suficiente votar, ganar una elección presidencial, festejar y regresarse a casa para ver cómo sólo un hombre o un hombre solo, cambiaria todo.
Habrá quienes callen porque desconocen las causas de un movimiento que nunca vivieron, ni sufrieron, pero eso sí, están disfrutando una posición obtenida gracias a un esfuerzo ajeno.
En siete meses no se organiza ni una boda, menos un país. Los poderes económicos que siempre habían sido privilegiados ahora chillan, gastando una parte de su fortuna en atacar y difundir en redes sociales notas falsas o negativas del Gobierno federal.
Como buenos consumistas de información preferimos creer sin chistar lo que se dice, dejamos de investigar y en ocasiones pensamos “se me hace que estábamos mejor con el PRI o el PAN”.
Cuando esto le pase, vaya a la tienda y compre un paquete de chicles, le costarán aproximadamente 10 pesos, pero es un espejismo. En realidad estará pagando 10 mil pesos, no olvide que a nuestra moneda le quitaron tres ceros para que usted no sintiera tan feo; haga memoria y recuerde cómo los carritos de supermercado fueron modificados haciéndolos más pequeños, con menos capacidad, pues ya era imposible llenarlos. Así se arreglaban los problemas económicos de México, con una goma de borrar, “liquid paper” o una segueta de diente fino.
Morena se ha quedado parado mientras los demás avanzan; los diputados que prometieron bajarse el sueldo no lo han hecho y eso merma la credibilidad de todos los morenistas. Hay funcionarios que deberían estar metidos al 100 por ciento en hacer llegar los programas para el desarrollo, pero desvían esfuerzos buscando cómo cruzar el padrón de beneficiarios con el padrón electoral del partido para ganar las asambleas, y posteriormente quedarse con la dirigencia estatal.
Pero si no se cumple con lo prometido y no se aplican de lleno en mejorar la calidad de vida de la población, el partido que se dirigirá será un huevo de pascua, muy colorido pero sin yema ni clara, y pasaremos de ser esperanza a ser la gran decepción.
El Presidente no tiene quién se anime a escribirle para decirle «estamos con usted como siempre y hemos cumplido lo prometido a la gente», porque si lo hacen así corren el riesgo que les cache la mentira.