«Kallo» Rangel, un ciudadano del infinito
Por: Sergio Duarte Sonora
“Al escuchar una voz que dijo
Que faltaba gente para sembrar
Deje mi casa salí corriendo silbando
Fuerte pa´ no llorar”
Padre Zezinho
Enrique Rangel Gómez llegó a Gómez Palacio a fines del año de 1979. Era un jovenzuelo de 17 años oriundo del poblado de Ceballos, municipio de Mapimí, que aceptó el reto de convertirse en misionero de la juventud ante el llamado irresistible del Padre David Estala Silva.
«Kallo», como llamábamos a Enrique, era un joven que irradiaba ternura, sentimiento, compromiso, decisión y un deseo inmenso de superarse en todos los sentidos mediante el servicio a los demás, virtud que tal vez fuese su más importante virtud como persona, lo que le daba una facilidad asombrosa para relacionarse y hacer amigos.
El pasado domingo 24 de mayo a las 2 de la tarde, «Kallo» nos dijo adiós para siempre después de luchar con todas sus fuerzas y voluntad de vida en contra de un cáncer de colón que lo manutuvo postrado –pero no vencido- por varios meses.
Sin duda alguna, con su muy peculiar estilo, «Kallo» fue uno de los jóvenes que hizo diferencia dentro del Movimiento Juvenil Cristiano que durante muchos años construyó, organizó y dirigió en rebeldía el Padre David desde su casa –rentada- en la avenida Aldama 329 sur en la ciudad de Gómez Palacio, Durango: Pablo Arredondo (Judas), Rogelio Silos (Titino), Manuel Martínez, Mundo Salazar (el príncipe), Lely Lavín (la reina), Chuy Mtz Estala (el sobrino), Pablo Alvarez (Pool), Alfredo Viesca y «Kallo» le aportaban ese algo especial (alma o mística juvenil) que requiere todo movimiento desde la juventud misma, complemento perfecto a la ortodoxia litúrgica y doctrinal que le aportaban otros jóvenes brillantes como Esteban Vega, Héctor Hernández, Humberto Mejía y Mónico Soto (el maderense siempre joven), entre otros tantos.
“Y me aliste entre los obreros que dejan todo por la verdad y fui a luchar por un mundo nuevo, no tengo hogar, más gané un pueblo…”.
«Kallo» combinó muy bien su vida comunitaria misionera en la Cueva y sus estudios en la Escuela Delfina Arroyo, donde se graduó como profesor en educación preescolar; para después realizar estudios superiores en Psicología y Pedagogía, alcanzando el grado de Maestría en Salud Pública (UJED) y a la par desarrollar una sobresaliente carrera profesional como profesor y luego como Director del “CAM Margarita Maza de Juárez en Lerdo y como catedrático en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJED de la Laguna de Durango.
Hijo, esposo y padre ejemplar, y como ciudadano un apasionado por la construcción de un mundo nuevo, pasó de ser un ciudadano que en automático votaba por la derecha debido a la inercia de la formación religiosa obtenida durante su participación de tiempo completo como “misionero de la juventud” al lado del Padre David Estala, ha incorporarse con gran convicción al oleaje del movimiento ciudadano que irrumpió como un Tsunami y llevó a la presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador el pasado año 2018. Previamente en el 2013 «Kallo» estuvo a un Tris de ser el abanderado perredista a la presidencia municipal de Gómez Palacio, problemas de salud se lo impidieron.
“He procurado sembrar la paz y por donde fui siempre hable de Dios, también bendije al que me maldijo y sembró cizaña sobre mi amor…”
Hoy al igual que cientos de sus amigos, su esposa Ceci Sida, sus hijos Ricardo, Ilse y Ana se aprestan a seguir en la brega eterna de la vida llevando en su memoria por siempre los valores, principios y buena obra de un ciudadano del infinito como lo fue y lo será Enrique Rangel Gómez. Le sobreviven su Madre y hermanos. ¡Hasta siempre hermano «Kallo»!
Saludos especiales a la familia Macías, del barrio de San José, entrañable familia adoptiva de «Kallo».