Por: Jorge Anima

Hace unos días, mientras me encontraba navegando en Facebook, llegué a un video que me indignó, ya que en él, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, declaraba con todo el descaro que él por su propia cuenta se estaba entregando y que seguramente las labores de  inteligencia del entonces presidente Enrique Peña Nieto se adjudicarían su captura, ¿ahora entiende usted que me lee el porqué mi sorpresa y desagrado hacía esté acto? Siento con este tema una vez más se nos vio la cara a todos los mexicanos, y tal vez algunos pensarán «ya es historia», «Peña ya no gobierna» pero aun si esto es cierto, y que actualmente vivimos bajo un nuevo Gobierno con cambios para bien, las pillerías nos siguen costando a mí y a usted.

Hagamos un ejercicio de memoria en el que usted es un protagonista del viejo y deteriorado  régimen político rancio. Al priista  Javier Duarte se le recuerda porque peña lo nombró prácticamente como emblema del nuevo PRI, por haber suministrado agua en los tratamientos para niños con cáncer, por declararse culpable por lavado de dinero y asociación delictuosa; se le decomisaron 40 inmuebles, es decir por robar alrededor de mil 650 millones de pesos, cabe aclarar que por este monto se ha declarado culpable.

Lo que ha hecho este personaje no tiene nombre, pues jugó con la esperanza, fe y salud de los seres humanos solamente por robar dinero.

Pero ahora ya se sabe que el acuerdo para ser encarcelado fue a cambio de frenar las investigaciones contra su familia, a su esposa, que ahora vive en Londres,  se le encontraron en sus cosas personales libretas con un costo de ¡25 mil pesos!
Entonces, ante esta situación, me traslado a nuestro Durango  y me pongo a pensar en el ámbito local, ¿habrá casos de pactos similares? ¿Por qué no hay resultados en el castigo de quienes se sirvieron con la «cuchara grande» de las arcas duranguenses?
Estamos prácticamente  frente al cambio de estafeta y veremos qué pasa, porque sería muy «raro» que no se encontrará ninguna irregularidad, ni ningún responsable en las finanzas públicas, pues es de todo duranguense conocido que no hay recurso, que hay quiebra, por decirlo de manera blanda.

Twitter @jorgeanima