Por: Quetzal Herrera

Mucho se ha dicho respecto a las consecuencias que esta pandemia traerá a todos los países del mundo, y todos los análisis se centran en que nuestra “nueva normalidad” tendrá situaciones a las que no estábamos acostumbrados, la convivencia social, laboral, educativa y de salud, están teniendo una alteración y consecuencias para las que no estábamos preparados; pero me ha llamado la atención que ya se habla también, por parte de especialistas, de que por lo menos hasta el año 2030 estaremos inmersos en la “década híbrida”, que está relacionada a que más allá de que exista la vacuna contra el Coronavirus y se pueda controlar éste, los modelos cambiarán para bien de la humanidad.

Y es que de acuerdo a la publicación de un artículo en la revista inglesa, The Economist, nuestra forma de vida ha incluido a la tecnología como una forma de mantener nuestros empleos, negocios, estudios y todo aquello que permite la sobrevivencia humana, por lo que adaptarnos por ejemplo a las reuniones virtuales, podría implicar que se disminuya el uso de los vehículos para trasladarnos al trabajo, lo que a su vez se traduce en una importante disminución de contaminantes; aunado a ello, esto también implicará que tanto las empresas como los organismos públicos, como los gobiernos, destinen recursos para el equipamiento y capacitación para sus empleados, y con ello generar esquemas que les permitan igual o mejores resultados, teniendo solo en sus plantillas laborales a quien requiera hacerlo de forma presencial.

En materia de salud, es interesante la proyección que este semanario hace, pues un alto porcentaje de consultas podrán estarse realizando de forma virtual, y de ser así, el sector salud en el mundo deberá replantear qué tipo de enfermedades podrán hacerse desde casa y cuáles presenciales, sobre todo las que mantienen un seguimiento en cuanto al tratamiento que ha sido asignado por su médico, y ello traería como consecuencia evitar la saturación hospitalaria, y dejar desde luego las urgencias como una prioridad para el personal que atiende en los centros de salud.

Si bien los estudiantes son quienes han padecido mayormente las consecuencias de esta pandemia, en esta proyección híbrida de la que se habla, también destaca que el sector educativo deberá tener esta modalidad, pues tanto maestros, alumnos y padres de familia, hemos tenido que conocer y operar nuevas tecnologías, pero con el paso del tiempo éstas se convertirán en una importante herramienta para el crecimiento de nuestros hijos, facilitará la interacción y será una alternativa para los jóvenes que deseen estudiar en alguna institución fura de su ciudad natal, evitando lo que implica el desplazamiento a otra región, para poder hacerlo de forma virtual. Esto creo que podría ser un gran paso en la construcción de jóvenes que derivado de su situación económica será más sencilla su formación a distancia, en escuelas que implementen este sistema híbrido.

Se habla también de que aquellas pequeñas y medianas empresas que deseen sobrevivir más allá de la pandemia, deberán buscar esquemas virtuales para ofertar sus productos, porque hacerlo de manera presencial será cada vez menos rentable, por lo que a través del ciberespacio deberán exponer sus productos y buscar los mecanismos para la entrega de los mismos, lo que conlleva a que las plazas y centros comerciales estaría dejando de existir de consolidarse este nuevo modelo.

Twitter @QuetzalH