Por: Sergio Duarte Sonora

El agua en la Comarca Lagunera, es la fuente de su desarrollo y riqueza y ha sido desde sus orígenes un recurso vital que ha generado pugnas, enfrentamientos y disputas entre grupos de poder que siempre han colocado sus intereses por encima del bien común. Desafortunadamente el agua cada día escasea más en la comarca y para resolver tal problema se han elaborado diversos planes y acciones.

Hay bastante material historiográfico al respecto, pero la materia del presente artículo es solamente el presente, la actualidad: El plan para abastecer de agua a la zona metropolitana lagunera que comprende las ciudades de Gómez Palacio y Lerdo por el lado duranguense y Torreón y Matamoros por el lado de Coahuila.

La idea no es nada nueva pues la necesidad de abastecer del vital líquido a esta región tiene ya varias décadas que circula por la palestra pública. En tal sentido el año 2013, Jorge Herrera Caldera –gobernador de Durango- arrancó el proyecto denominado Agua Futura “cuyo objetivo era abastecer de agua potable de calidad y cantidad a los laguneros con una inversión de 250 millones de pesos”.

El aspecto central del proyecto en una primera etapa consistía en hacer grandes potabilizadoras y tecnificar el riego para poder tener un uso óptimo del agua que se capta y maneja desde la cuenca alta del río Nazas en la Presa del Palmito, ubicada en el municipio de Indé y la presa Francisco zarco, en el municipio de Lerdo.

Pero el aspecto más ambicioso del proyecto era la construcción de un acueducto desde la presa Lázaro Cárdenas (el palmito) para trasladar agua hasta la zona metropolitana de la Laguna con una inversión de siete mil millones de pesos.

Dicho proyecto de Agua futura estaba planeado para concluirlo el año 2016, sin embargo, algo pasó y tal proyecto no concluyó y el problema del agua en la Laguna ha seguido agudizándose: El gran capital agropecuario que se ha concentrado en la producción lechera ha sido el principal factor de sobreexplotación de los mantos acuíferos, acaparando además el agua rodada de las presas, solo con el fin producir forrajes y dar agua al hato lechero (1.3 millones de cabezas de ganado) por encima de las necesidades de abasto doméstico del casi millón y medio de habitantes que residen en la zona metropolitana lagunera.

Pero lo que vino a poner nuevamente el tema sobre la agenda pública fue el evento encabezado por AMLO, presidente de la república, el pasado 16 de junio en Gómez Palacio, Durango, evento de trascendencia nacional por el abucheo del que fueron objeto José Rosas Aispuro Torres, gobernador de Durango y Leticia Herrera ale, presidenta municipal de Gómez.

Desde entonces la decisión de AMLO de privilegiar el tema del agua por encima del tema del metrobús, ha generado opiniones, propuestas y aportes desde diferentes frentes en la Comarca lagunera. Retomamos algunos:

Desde los años 60 del siglo pasado Mario Enrique Vázquez Ávila elaboró y difundió una propuesta, que desde mi punto de vista puede retomarse pero exige el concurso decidido del Gobierno federal, grandes empresarios, sector social de la Laguna y los gobiernos de los estados de Coahuila, Durango, Sinaloa, Nayarit.

El Plan MEVA consiste en derivar parte del caudal de los ríos Piaxtla y San Lorenzo, dos de los nueve ríos de Durango que van a derramar sus aguas al Océano Pacífico, para reencauzar los caudales en plena Sierra Madre Occidental y puedan ser captados por la presa Lázaro Cárdenas y de ahí hacía la Comarca Lagunera, dejarla correr (una parte) libremente por el cauce seco del Río Nazas y de esta forma recargar los agotados mantos freáticos de la región.

Esta propuesta ha generado otras tantas como la del investigador de la Universidad del Valle de México, Campus Torreón, Fidel Trejo Orozco que plantea un plan MEVA remasterizado que consiste en traer agua de mar tratada de las costas de Sinaloa y Sonora y trasladarla hasta la Comarca Lagunera.

O la propuesta que encabeza el miembro de “Encuentro Ciudadano Lagunero”, el investigador especialista en temas del agua Gerardo Jiménez González, que señala que es necesario complementar el proyecto de instalación de una gran potabilizadora y construcción de un acueducto con un proyecto de recarga del acuífero y la implementación de un sistema de medición telemétrica.

Lo cierto de este tema de interés público, social y de envergadura nacional es que el problema del agua en la Laguna debe contemplar para su solución de fondo: Combatir la sobreexplotación del acuífero; acabar con el huachicol del agua y garantizar el abasto de agua, como un derecho humano inalienable, para los próximos cien años desde una perspectiva que garantice el respeto y la conservación del medio ambiente.

Solo así la Laguna tiene futuro. Y la cuenca lechera más grande del país, también.