LA PALABRA DEL GIOCONDO… Apuntando al de enfrente
Por: Alejandro Flores de la Parra
El Gobierno municipal que encabeza Jorge Salum del Palacio, volvió a dar la nota el pasado martes con una nueva denuncia interpuesta ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, por un presunto desvío de recursos, esta vez por la eterna dirigente del Sindicato Único de Trabajadores Municipales de la capital, Alicia García Valenzuela, quien fuera un personaje cercano al exalcalde, José Ramón Enríquez Herrera, formando parte, incluso, de su planilla para la fallida reelección.
Esta serie de denuncias, donde los focos apuntan hacia el círculo más cercano del hoy Senador, recientemente trasladado a la bancada de Morena, ha desembocado en distintas reacciones. La primera fue una fugaz e improvisada rueda de prensa donde algunos exfuncionarios, liderados por Ernesto Aguilar, desestimaban la procedencia de las acusaciones, asegurando que no habrían incurrido en ninguna irregularidad, anteponiendo la disculpa a cualquier señalamiento, pues nadie los había relacionado directamente con la denuncia. A esta reacción, más emocional que inteligente, le siguió otra de características similares, cuando la regidora Marisol Carrillo Quiroga, quien había llegado al Cabildo en la administración pasada representando al Partido del Trabajo, del que ahora reniega y que terminó por integrarse al equipo de Enríquez Herrera, comenzó una campaña mediática donde busca desprestigiar a funcionarios de la presente administración, con una denuncia interpuesta por una supuesta preferencia en la contratación de servicios de capacitación.
Esta última estrategia, donde Carrillo Quiroga subió a sus redes sociales un video cuestionando lo que para ella es una serie de irregularidades, sumándole la ciclovía y la remodelación del Mercado «Gómez Palacio» sin que, al parecer, se haya enterado aún que ambos proyectos corresponden al ámbito estatal y no municipal; le podemos agregar su participación al programa sabatino «Pico de Gallo», donde aseguró llevaría las pruebas de sus acusaciones y, sin embargo, no supo decir ni el nombre de los supuestos implicados y mediante titubeos y contradicciones, desdibujó lo que denotaba ser un argumento improvisado y falto de certeza.
Así, entonces, con una intención más de señalar con el dedo apuntando al de enfrente, como niño que rompió el jarrón pero que acusa al dueño del balón para evitar hacerse responsable de sus acciones, el grupo político Enriquista, que ha perdido dirección al verse abandonado por su líder en su búsqueda de posiciones en la izquierda “cuatroteísta”, pareciera más preocupado por desviar la atención y generar una percepción negativa en otro lado, que en sustentar su presunta correcta actuación al frente de la administración municipal; aquella que los convirtiera, de la noche a la mañana, en prominentes y “exitosos” políticos que, sin haber dado un solo resultado positivo a la sociedad con sus funciones, pretenden seguir escalando en la pared política local. Esperemos la evaluación de la sociedad hacia la permisión de sus pretensiones.
Twitter: @AlejandroFdelaP