LA PALABRA DEL GIOCONDO… Cero y van dos
Por: Alejandro Flores de la Parra
Está por iniciar el tercer y último periodo Legislativo en Durango, donde con él se renueva la dirigencia de la Mesa Directiva y la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jucopo), en plena carrera por las posiciones electorales hacia el 2022.
Después de un inicio turbulento en un primer periodo morenista, lleno de voluntades, de distintos intereses, de grilla y de poco consenso hacia el interior del grupo político de mayor presencia, el Congreso del Estado tomó forma y se encaminó hacia un mismo objetivo, de mano de un liderazgo que a muchos sorprendió, pues la llegada de Esteban Villegas a la Jucopo, accediendo por la vía plurinominal y bajo lo que para muchos significaría un desgaste por la derrota del 2016, reavivó la presencia del legislativo, presentando una agenda construida sobre sólidos consensos con las diferentes fuerzas políticas, buscando más un trabajo conjunto por el desarrollo de nuestra entidad, que de infértiles confrontaciones políticas, dejando de lado colores.
Así, dejó una muestra clara de que la derrota del 2016, aunque significó un aprendizaje y una evidente evolución en su actuar político, quedó en el olvido, dando la oportunidad de empezar a construir una nueva figura dentro de la política local, más aterrizada, con una postura más colaborativa y dejando fuera cualquier señal de desgaste o debilidad. Además, aprovechó muy bien su posición, en un año en que, a pesar de las circunstancias actuales, lució el trabajo conjunto en materia de acuerdos y hasta se vio muy activos a algunos legisladores trabajando en favor de la sociedad duranguense en los momentos más difíciles de la pandemia de Coronavirus.
Hubo quien asumió esta actividad como marquesina para trabajar su imagen y figura hacia un posicionamiento político, sin embargo, en mi opinión, es desde esas posiciones políticas, donde se puede lograr hacer más en favor de la gente, y criticaría más el hecho de la omisión que de la acción, pues contrario a buscar un templete para vanagloriarse y llamar la atención ciudadana, no llevó a cabo ningún informe de actividades ni dio lugar a la parafernalia que, desde la Jucopo, podría haber tenido justificación, lo que me parece más un acto de congruencia y responsabilidad social. Lo que sí es claro, es que deja la vara muy alta para quien le sucede y quien intente emular lo que, desde una posición de representación proporcional, ha logrado.
A los ciudadanos nos tocará dar seguimiento y no permitir que, en este último año, las acciones legislativas se vean empañadas por las cuestiones políticas propias de los procesos electorales que están por llegar, pues el avance deberá ser sustantivo y no debemos dejar que se nos olvide que queda poco tiempo para concluir la Legislatura, pues con este año, cero y van dos.
Twitter: @AlejandroFdelaP