LA PALABRA DEL GIOCONDO… Cuando se pierde el enfoque
21/06/2021 - Hace 3 años en MéxicoLA PALABRA DEL GIOCONDO… Cuando se pierde el enfoque
Por: Alejandro Flores de la Parra
A penas nos encontramos en la mitad del mandato del presidente López Obrador y, quizá como nunca, el tema preponderante es la sucesión presidencial. Si el tema fuera solo en la prensa de opinión, no habría mayor problema, sin embargo, pareciera el tópico más urgente en Palacio Nacional.
A unas semanas de que las elecciones restaran un poco de fuerza al mandatario nacional, no solo en la Cámara de Diputados, sino en una notoria baja en el número de personas que respaldan su proyecto, tomando como referencia los votos efectivos y no solo las encuestas de aprobación, que podrían haberse convertido en un elemento más aburrido que escucharle hablar sobre conservadores y neoliberales, la cosa es clara, cada vez hay menos mexicanos convencidos de que, lo que se está haciendo, o dejando de hacer, es lo correcto.
Este dato se reforzó en la clara molestia del presidente contra los clasemedieros, aquellos que hace unos años eran la fuerza que movía el país y que estaban siendo exprimidos por los grandes empresarios que no pagan impuestos; a los que se ufanaba de tener en la bolsa porque, el pueblo era sabio y ya no se le podía seguir mintiendo; aquellos que eran un pueblo bueno e informado, consciente de los cambios urgentes que requería el país; aquellos, pues, que le dieron el triunfo y lo catapultaron hasta el Palacio Nacional.
Hoy, los tilda de “aspiracionistas”, difíciles de convencer porque quieren salir adelante a toda costa, ya no son tan listos a pesar de estar informados; ya son, más bien, los necios que no le quisieron dar el voto, pretenciosos y egoístas. Hoy, el pueblo bueno es aquel que le da ciega confianza, que no le cuestiona y que no evalúa, sino que se llena con el discurso de la mañanera, porque, según él, es ahí donde deben informarse.
En México hay mil temas de vital importancia y que requieren de una urgente atención. Los mismos temas que a su llegada a la presidencia, porque en ninguno se ha entregado una verdadera solución. Seguimos siendo un país de desigualdades, de falta de oportunidades, de altos números en pobreza extrema y un gran retraso educativo. México sigue siendo un país aspiracionista, que quiere una mejor vida pero que no le ha sido otorgada, porque con sangre estamos entendiendo que nadie va a cambiarla para nosotros. México sigue necesitando gobiernos que busquen un verdadero desarrollo, que se alejen de pretensiones políticas y personales, pensando en quién debe seguir el “proyecto de nación” o haciendo mofa de la falta de cuadros de la oposición para competir.
A México le falta presidente, uno que no pierda el enfoque; uno que pueda vivir en paralelo la política, sin desviar su mira, sin comprometer su atención; uno que no esté pensando, a mitad de su sexenio, en quiénes pueden sucederle. A México, le hace falta juzgar más, creer menos, dudar todo y no permitir que se le tilde, a conveniencia, su actuar.
Twitter: @AlejandroFdelaP