LA PALABRA DEL GIOCONDO… El gran reto del PRI
Por: Alejandro Flores de la Parra
Este domingo, luego de la convocatoria para la renovación de la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se llevó a cabo el registro de la fórmula conformada por Arturo Yáñez Cuéllar y Rocío Rebollo Mendoza, una dupla que contiene liderazgo y experiencia, probadas en varios frentes, además de una militancia disciplinada y proactiva, que se ha mostrado hasta en los peores momentos de la vida del partido.
Con un mensaje de reconocimiento sobre los tiempos difíciles que vive Durango, pero a la par de una aceptación sobre los momentos que el propio partido ha tenido qué enfrentar en la trinchera electoral, Arturo Yáñez se dirigió a la militancia que le acompañó al acto de registro, advirtiendo que no hay espacio para equivocaciones y haciendo hincapié en una necesidad de adaptación a una nueva realidad y exigencia social, sentenciando que, de no hacerlo, el partido podría dejar de ser una opción para los duranguenses.
Además, Yáñez Cuéllar dejó claro que es la política el instrumento para conciliar las distintas visiones, para generar los acuerdos necesarios y, sobre todo, para entregar resultados, resaltando la existencia de congruencia en su aspiración, en compañía de Rocío Rebollo, no solo por la manera en que ambos se han conducido durante sus años como militantes, sino porque ambos son conscientes de que el PRI requiere ampliar horizontes y debe lograr unificar las diferentes fuerzas en todas las regiones del estado, que los retos exigen un líder fuerte, firme y con decisión, pero apegado a los intereses de toda la militancia y no de grupos específicos.
Sin duda, el partido tendrá escenarios importantes para poner a prueba la capacidad de Yáñez Cuéllar como un perfil que tome decisiones y marque el rumbo que deberán seguir frente al futuro que tienen delante, con la conformación de una inminente alianza con Acción Nacional para buscar competir, de manera poderosa, ante un rival que tendrá el apoyo del aparato gubernamental de la Federación.
Llama la atención que, en su mensaje, haya brindado gran importancia a la crítica y la apertura al diálogo, priorizando el consenso sobre los rencores y las divisiones internas o de grupo, haciendo un llamado a reconocer los errores en los que han incurrido como partido, pero también a enaltecer los aciertos que les permitieron ser, alguna vez, la institución política con más fuerza al interior.
El trabajo de la dirigencia interina de Rubén Escajeda, completando el periodo que correspondiera a Luis Enrique Benítez, fue una continuidad acertada a una búsqueda de reposicionar al partido. Si bien, con Benítez Ojeda lograron reponerse de la debacle electoral del 2018, recuperando posiciones en la mitad de los municipios del estado en 2019, el pasado proceso electoral de 2021 dejó claro que, el partido, no solo no está muerto, sino que puede seguir una recuperación que le permita volver a convencer a los duranguenses, lo que aún no se puede dar por cierto del todo y que, sin duda, será el principal reto que tendrá que enfrentar la nueva dirigencia.
Twitter: @AlejandroFdelaP