LA PALABRA DEL GIOCONDO… Los dioses de campaña
Por: Alejandro Flores de la Parra
En las campañas políticas, como en la vida, prometer no empobrece. Y es que, durante este periodo electoral, es común escuchar a los candidatos a diputados decir que harán tal o cual cosa, con tal de decirle a los votantes que habrá de trabajar en su favor, aunque la mayoría de lo que prometen esté fuera de su ámbito de competencia o, incluso, vaya contra las leyes que ellos mismos se encargarán de promover.
Bajo esta premisa, se han escuchado a los que han vertido propuestas populistas en favor de los animales y medio ambiente, en favor de la seguridad de las mujeres, del desarrollo de los comercios y de permitir la omisión de pagos de obligaciones fiscales y servicios. Es como si, en campaña, los candidatos fueran una especie de Dioses que con un chasquido logran cambiar la realidad de sus votantes y, una vez en los puestos, parecieran ser expulsados del Olimpo, provocando una serie de desavenencias que hoy tienen a la sociedad incrédula, harta y apática respecto al proceso de elección de sus representantes.
Precisamente, el prometer la omisión del pago de servicios, como lo es el agua potable, sin importar de quiénes se traten ni de las condiciones que vivan para pensar en proponerlo, no solo es populachero, sino irresponsable, pues llevar a cabo dicha acción, pondría en entredicho la operatividad de los sistemas de agua potable y alcantarillado, que en algunos municipios son descentralizados de los ayuntamientos y dependen enteramente de los ingresos obtenidos por el pago de los usuarios de dichos servicios. En la mayoría de ellos, además, la gente ha dejado de pagarlos, no solo por la lastimosa situación económica que se vive y que se agravó a raíz de la pandemia de Coronavirus, sino por acciones emprendidas por liderazgos sociales que han propiciado que el pago del valioso elemento sea inequitativo e injusto, pues mientras unos pagan, otros son protegidos porque… populismo.
En lugar de que los candidatos estén planteando proyectos o pensando en gestionar recursos para inversiones que garanticen tener más y mejor agua, como la construcción de una planta potabilizadora que permita reducir el millonario costo de extracción y, de paso, permita recargar los mantos freáticos y pensar a futuro, optan por proponer mecanismos que ocasionarían un problema serio en el futuro.
Para involucrarse en la política, es necesario que se tenga presente el tema del agua como un problema que necesita, todo, menos dejar de pagar por su consumo. La responsabilidad que conlleva generar leyes y políticas públicas no puede estar sujeta a la búsqueda de ganar el voto a costa de lo que sea. Candidatos y funcionarios ignorantes e irresponsables han ido y venido, pero las nuevas generaciones necesitan que quienes se involucren, lo hagan con intenciones menos populistas y más apegadas a una ética social, que permita pensar en soluciones de fondo y no ridículas propuestas de mitin que provoquen aplausos y vítores, sino despertares de conciencias.
Ojalá que en lo que resta del camino, los candidatos corrijan el rumbo en favor de un beneficio social y no de una urna regordeta que los lleve a un puesto para el que no están, ni remotamente, preparados.
Twitter: @AlejandroFdelaP