Por: Alejandro Flores de la Parra

El Gobierno federal anunció mil 700 millones de pesos, del dinero de los contribuyentes, que serán empleados para reparar estadios de béisbol. Sin duda una gran inversión, que habrá de abonarle a la sociedad generando espacios de sano esparcimiento y que podrán potenciar el desarrollo de talento en el deporte mexicano.

¿Qué dijo: “A este ya lo compraron y va a defender las acciones de la 4T”? Pues no, evidentemente esto dista mucho de ser una acción plausible, cuando existen temas tan importantes y prioritarios. Por ejemplo, ¿sabía usted que en México matan, en promedio, a casi 10 mujeres diariamente?

Además de la falta de medicamentos en los tratamientos para el cáncer de mama y cervicouterino, y el nulo apoyo para la recuperación de los micronegocios dirigidos por jefas de familia que se han ido perdiendo producto de la pandemia, es notorio que las mujeres no son el tema de mayor importancia para un gobierno que presume ser muy feminista, por tener a muchas de ellas dentro del gabinete.

Mientras se arreglarán los graderíos y el pasto de los estadios de béisbol, ni la mitad del presupuesto se destinará para el Instituto Nacional de las Mujeres, mucho menos para equipar guarderías y estancias infantiles, refugios para mujeres violentadas o, ya de perdido, para que tengan acceso a un programa preventivo que les permita evitar situaciones dentro de su seno familiar, que pongan en riesgo su vida o su integridad física, mental y hasta sexual.

Como si el béisbol fuera el deporte más practicado en México; como si la situación sanitaria estuviera contenida al ciento por ciento, para pensar en llenar estadios; como si contáramos con una liga verdaderamente de primer mundo que pudiera ser el semillero principal de las Grandes Ligas de béisbol en Estados Unidos; vaya, como si a alguien más, además del presidente, le pareciera verdaderamente importante invertir tanto dinero del pueblo, en su espectáculo favorito. Recuerda a los tiempos de Calígula, quien, según la historia, cometía aberraciones en favor de sus más oscuros placeres, obligando a todos y sometiendo voluntades.

No solo no las apoya, sino que las responsabiliza de los problemas de inseguridad en el país, al decir que la estrategia para evitarla debe nacer en el seno familiar e insinuar que son ellas, como amas de casa, quienes deben volver a inculcar los valores suficientes para llevar a sus hijos por buen camino. Es que no solo se trata de cuánto gaste en recuperar y rehabilitar estadios, sino de todo aquello que se deja de hacer, mientras se voltea la mira para otro lado.

Sin duda que, para este gobierno y para quien tiene los otros datos para refutar cualquier crítica, no habrá manera de aceptar que en México hay mil temas más importantes que lanzar la bola un martes por la mañana, ni la economía, ni la seguridad, la salud o la educación… para el siempre estará, en sus prioridades, los batazos.

Twitter: @AlejandroFdelaP