Luminarias huérfanas
Por: Emmanuel Salazar
José Ramón Enríquez Herrera se deslindó de haber suscrito el contrato de la asociación público privada que se firmó para concesionar el servicio del alumbrado público bajo la promesa de que habría ahorros y que esas quitas permitirían pagar la sustitución de 35 mil 883 luminarias.
Sin embargo, el decreto 367 aprobado el 21 de abril del 2018, cita claramente que la iniciativa de concesionar el alumbrado público para celebrar una asociación público privada fue una idea del alcalde Enríquez Herrera que fue respaldada por su Cabildo, entre los cuales existen varios regidores que hoy repiten y que ahora descalifican esa concesión que, según el actual presidente municipal Jorge Salum tienen un sobre precio de unos 800 millones de pesos.
Enríquez Herrera hizo este domingo un deslinde sutil del tema del contrato al señalar que, él al regresar de una campaña electoral solo cumplió con un compromiso institucional que heredo, por lo que se sabe del alcalde suplente, Alfredo Herrera, quien efectivamente firmó los documentos que estaban para ser signados sin la posibilidad de hacer cambios en lo que se había pactado, según el dicho del este último.
La asociación público-privada del alumbrado público queda pues ahora huérfana, nadie quiere reconocer que estuvo involucrado, sin embargo, los documentos están ahí y en los mismos se confirma que el ahora senador tuvo un papel protagónico.
Ahora bien, el propio Senador informó este domingo que si un cambio en el contrato beneficia al municipio se debe de realizar, y ante los números que se han esbozado por las actuales autoridades es imperante renegociar ese contrato para evitar que se siga sangrando al municipio con el pago de seis millones 500 mil pesos mensuales, que en un plazo de 12 años representarán una erogación de mil 200 millones de pesos, cosa que muestra lo leonino del caso.
En esta revisión del contrato, hay que decirlo, los diputados que aprobaron el contrato, los regidores que aprobaron concesionar el servicio, fallaron y tienen que aceptar haber cometido un error, pero difícilmente a alguien le puede quedar la cara de condenar a sus pares como si no tuvieran cola que les pisen.
Qué bueno que se busque revisar el contrato, y se logre una renegociación que libere recursos al municipio que vive dificultades ante recortes de participaciones, pero que mal que se intente evitar reconocer las responsabilidades en las que cada actor político incurrió al permitir celebrar ese contrato.
Comentarios: @jemmanuelsr